martes, 23 de febrero de 2010

10º ANIVERSARIO DE LA LIBERACIÓN DEL PRESO

Hablando el otro día con un buen amigo, me comentaba que por ahora la cofradía de la Piedad debía cumplir 10 años de la recuperación de la tradición de poner en libertad al reo o reos que salían de la cárcel, en la procesión del Jueves Santo.
Y proponía que hubiera sido una buena idea el recordarlo, aunque sólo fuese brevemente y de pasada.

No ha ocurrido así y como sé que este gran amigo conoce mejor este asunto dejaremos que el tiempo coloque a cada cual donde corresponda.

Sólo diremos de pasada, y recordando ahora que hace 10 años la Piedad retomo la tradición de pedir el indulto para uno o varios presos, que en el día del "Amor Fraterno", es decir el Jueves Santo, en Valladolid salía libre y acompañando a la Virgen de la Piedad, los presos previamente indultados por el Gobierno, a petición de esta antigua hermandad.

Por ejemplo en el libro editado por la Junta de Cofradías en 1996, "PASIÓN EN VALLADOLID", se decía lo siguiente respecto a este tema:

"La Cofradía ha seguido manteniendo su vocación de ayuda al necesitado, resaltando principalmente la solicitud del indulto de reos que durante años ha venido haciendo a la Audiencia Provincial de Valladolid, dado que el paso de la Quinta Angustia tiene el Privilegio de poder liberar a los presos. Éstos eran, y nuevamente una vez recuperada la tradición, son liberados en la tarde del Jueves Santo, el preso al salir de la cárcel se incorpora a la Procesión empujando al paso de la Virgen de la Piedad, hasta la Iglesia de San Martín, donde se le proporciona ropa y alimentos, además de sufragarles los gastos de regreso a casa. En Febrero del año de 1.955, ocurrió un hecho insólito, se condeno a Garrote Vil a un preso, e informada la Cofradía, ésta atendió al condenado prestándole los auxilios necesarios. La noche anterior a su ejecución, compartió la Cofradía la última comida. Realizada le ejecución y al no personarse la familia, la Cofradía de la Piedad se hizo cargo de su cuerpo, procediendo a su enterramiento, cargando a su cuenta los gastos del Sepulcro".

En un artículo publicado por el diario "EL MUNDO", el 9 de Abril de 2006, titulado "Valladolid Cotidiano. Semana Santa de hace medio Siglo". También se apuntaba lo siguiente:

" El Jueves Santo se celebraban varias procesiones, pero la que más se identificaba con el día del "Amor fraterno", era la de Penitencia y Caridad. Partía de la Iglesia de la Magdalena y en ella además de las Cofradías del Santo Cristo del Perdón, Preciosa Sangre y Nª Sª de la Piedad, participaban los Colegios de Médicos y Abogados, haciendo parada en la Prisión Provincial, entonces conocida como la Cárcel Nueva.
Allí en aquel edificio junto al río Esgueva, se producía tradicionalmente la liberación de un preso y el gentío, atraído por un inconfesable morbo, se concentraba frenta a la fachada de la prisión con le esperanza de ver la cara al recluso que recuperaba la libertad, algo que no ocurría porque salía con el hábito y capuchón de la Piedad.

Generalmente era un delincuente común, sin delito de sangre, que había observado buena conducta y que le faltaba poco para cumplir la condena.

Hay sobre esto una historia o leyenda, en la que el preso liberado era un cheposo al que sólo le faltaban 3 días para cumplir su castigo.
Pese a no ser creyente aceptó que le pusieran el hábito,pero cuando al salir a la calle la gente le gritaba: "Mira, es el chepa", ya no le hizo tanta gracia la experiencia, y menos cuando le cargaron con una cruz para dar ejemplo de arrepentimiento.
Entre el peso del madero, sus limitaciones físicas, y que la túnica era de alguien más corpulento, el pobre recluso tropezaba cada dos por tres, causando la hilaridad del público.
En una de esas caídas profirió un exabrupto, lo escuchó un guardia civil, y el pobre "Chepa" volvió otra vez a presidio, condenado a 6 meses por blasfemar en una procesión."

Hasta aquí este recordotario, pues hace ahora 10 años y tras las oprtunas y precisas gestiones entonces realizadas por el Hermano Mayor de la Piedad, Javier Santander, la cofradía recuperó una tradición que parecía perdida.
Espero que mi amigo, en el fondo, vea recuperada un poco su idea. Seguramente él lo haría mejor, pero desde aquí vaya este pequeño y sencillo aporte, para al menos recuperar en nuestra memoria y en nuestro recuerdo una tradición de Valladolid y de la Cofradía de la Piedad.

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