lunes, 24 de septiembre de 2012

Ntra Sra de la Merced: Patrona y Fundadora.

LA ORDEN DE LA MERCED FUNDADA EN LA CATEDRAL DE BARCELONA

El 10 de agosto de 1218 en el altar mayor de la Catedral de Barcelona, en presencia del rey Jaime I de Aragón y del obispo Berenguer de Palou, se crea la nueva institución. Pedro Nolasco y sus compañeros vistieron el hábito y recibieron el escudo con las cuatro barras rojas sobre un fondo amarillo de la corona de Aragón y la cruz blanca sobre fondo rojo, titular de la catedral de Barcelona. Pedro Nolasco reconoció siempre a María Santísima como la auténtica fundadora de la congregación mercedaria.

LA VIRGEN DE LA MERCED, LA FUNDADORA

El título mariano de la Merced tiene su origen en Barcelona, España, cuando muchos eran cautivos de los moros y en su desesperación y abandono estaban en peligro de perder la fe . La Virgen de La Merced, manifesta su misericordia para atenderlos y liberarlos. La talla de la imagen de la Merced venerada en la basílica de la Merced de Barcelona es del siglo XIV, de estilo sedente, como las románicas. Talla extraordinaria e impresionante. El año 1696, el papa Inocencio XII extendió la fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia el 24 de septiembre.

El carisma mercedario de liberar a los cautivos sigue siendo tan necesario como siempre.

LA COFRADÍA DE LA PIEDAD, se funda en el Cto de la Merced. Ella será la primera patrona de nuestra hermandad. Desde 1505 aproximadamente hasta muchos años depsués, casi mediado el S. XVIII, la relación entre cofradía y orden fue muy estrecha.

Agradecemos profundamente desde este blog la Oración dedicada a Nuestra Hermandad.
Durante la Eucaristía celebrada en la parroquia de Ntra Sra de la Merced, en el día de su fiesta principal, se nos recordó en la oración como parte integrante de las cofradías y hermandades surgidas al hilo de la espiritualidad mercedaria.
Gracias de corazón.

Hoy deseamos a la Orden de la Merced y los devotos de esta advocación, Feliz fiesta de Nª Sª de la Merced.

viernes, 21 de septiembre de 2012

San Antón: "sus panecillos y la rifa del marrano".


San Antonio Abad, imagen que presidía el Altar Mayor.

En el año 1791 la Cofradía de la Piedad se traslada a la Real Casa de San Antonio Abad, vulgo San Antón.
Ya desde sus comienzos nuestra hermandad se hizo cargo de la rifa del “Marrano Antón”.
En 1792 aparece la primera referencia sobre este asunto.

“Cabildo de 9 de Diciembre de 1.792: “la rifa del cerdo”

De la cual se hace cargo la cofradía, para el día de San Antón, ya que anteriormente lo llevaban a cabo los frailes y la desaparecida cofradía de S. Antonio, haciéndose también cargo de los festejos del día del Santo.
A finales del Siglo XIX y durante los primeros años del XX era un “espectáculo normal” ver las piaras de marranos que se situaban en distintos puntos de la ciudad.
Había cochiqueras en la calle Ferrari o Acera de San Francisco en sus dos esquinas, tanto en Teresa Gil como en Duque de la Victoria. También se situaban en la Plaza de España.

Nuestra Cofradía sacaba ciertos recursos para sufragar la escasa actividad que mantenía, todo se limitaba en esos años de ocaso para la Semana Santa, en acudir con la efigie del ECCE-HOMO, hoy en el Santuario, a la procesión del Santo Entierro en la tarde – noche del Viernes Santo y a preparar la Novena y fiesta del Patrón, cada 17 de Enero.

La Orden de San Antón, que fue aprobada por el Papa Honorio III y fue suprimida en España en 1787 por bula de Pío VI, llevaba en el pecho de su hábito negro, la cruz azul de Tau, y una campanilla.
Pues bien esa campanilla con el tiempo se fue colocando en el cuello del cerdo que se rifaba cada 17 de Enero, así aquellos que participaban del juego y del sorteo, podían contemplar con antelación el fabuloso “premio” que les podía tocar en suerte.

El Hospital de San Antón de Valladolid se derriba en 1791, justo cuando la Piedad se trasladó a su Iglesia. De hecho la Cofradía hizo gestiones antes de su derribo para poder situar su casa de hermandad en esas dependencias.
No prosperó. El Hospital que antes había atendido a enfermos de peste, de lepra, tiñosos y aquellos que sufrían ergotismo dejó de existir.

Tan sólo la Cofradía de la Piedad mantuvo la ayuda, durante el tiempo que pudo, a tiñosos y a enfermos con problemas de piel, en unas dependencias anejas al templo. Según se desprende de los gastos reflejados en 1871:

“*24 reales para curar a los tiñosos. *20 reales para el curandero.”

También era tradicional que la Cofradía encargase los “Panecillos de San Antón”, panes “antropomorfos” de cebada, centeno o trigo y que se regalaban a devotos y cofrades que acudían al templo a rezar al Santo.
Como hemos indicado en multitud de ocasiones, nuestra cofradía mantuvo su actividad, en clara decadencia si se quiere, pero manteniéndose activa. Nunca dejó de existir a mediados del XIX como apuntan algunos autores, eso no es cierto.

Baste recurrir al Norte de Castilla entre 1958 y 1972, para demostrar por tanto, que tanto la cofradía como la rifa del cerdo, aunque no vivían sus mejores momentos se mantuvieron y siguieron celebrándose.
Como anécdota, para concluir, mencionar que en Valladolid fueron muy famosos los panecillos de San Antón de la pastelería Suiza “Passini”, que estaba en la calle Constitución nº4 los de la panadería “Garcés”, en la calle Teresa Gil nº40 y los del Café Imperial.

Por es había unas coplillas y dichos en Valladolid sobre el día de San Antón y sus panecillos:

“Desde el viejo hasta el chiquillo, el día de San Antón, se dejan dar un capón por comer un panecillo”

Y aquel otro que decía:

“Oh! glorioso San Antón siempre te encuentro leyendo, si nunca pasas la hoja, ¿Qué coño estás haciendo?

martes, 18 de septiembre de 2012

Novena a Ntra Sra de la Merced.

Durante estos días del mes de Septimbre y concretamente desde el pasado día 16 hasta el 24, se celebre la Solemne Novena en honor a nuestra Madre de la Merced.
Comienza a las 7:30 de la tarde en la Parroquia de Nuestra Señora de La Merced, ubicada en el Barrio de la Victoria. (C/ Saturno 21)
Todos los devotos de su advocación, así como parroquianos y amigos estáis invitados, así como a su fiesta principal que será el Lunes 24, día dedicado a Nª Sª DE LA MERCED.

Feliz Novena y Fiesta de la Merced.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Cien años de Merced en España (1918 - 2018)

Cien años de Merced, 1918-2018 (M. Aguado)


La Merced ha sido mucho más que una revista, son cien años de testimonio religioso y eclesiástico, social y cultural, desde la perspectiva de la Provincia de la Merced de Castilla. Cien años para recordar..., hoy que los mercedarios de un tipo o de otro iniciamos la Novena de la Virgen (para culminará el día de su fiesta, el 24 de septiembre).
Comenzó la obra de la Merced (de mano de San Pedro Nolasco) de una forma ya canónica hacia el año 1218 (aunque había comenzado de hecho hacia el 1202). Son ochocientos años de historia.

Comenzó esta revista (La Merced) hace casi cien año, y es hermoso recordarlo, evocando a su fundador, el P. Gaite que recorrió como misionero todas las tierras de Galicia, ofreciendo una palabra de fe y recogiendo en sus álbumes (editados en parte en un precioso libro)los monumentos y costumbres de la tierra (imagen del libro al final del post).
Retomando así los ochocientos años de la Orden de la Merced y los cien de la revista de ese mismo nombre, he querido publicar esta postal.

Mario Aguado ha publicado un estudio en el que recoge el desarrollo de la revista y ofrece una semblanza de su fundador, el P. Gaite.

A tan sólo 9 días de la festividad de Nª Sª de la Merced, co-patrona de nuestra hermnadad, os dejmaos con este interesante artículo, salido de la mano de mi gran amigo Mario y que ya ha sido publicado el  blog de Javier Pikaza, pues no va dirigido sólo para los amigos de la Merced, que son muchos, como por ejemplo nuestra cofradía de la Piedad fundada allá por el Siglo XVI dentro de los muros des desaparecido Convento Mercedario de nuestra ciudad de Valladolid, sino para aquellos que están interesados en los cien últimos años de la vida de la Iglesia en España. 

Todo lo que sigue es de Mario (¡gracias, como siempre!), todo quiero que sea un testimonio de cariño a la obra de la Merced en España y en el mundo.

Casi 100 años de la revista “La Merced” (1918-2018)
(En la actualidad, “La Merced-Caminos de Liberación”)

I. Introducción.
En el 2018 se cumplirán 100 años desde la aparición pública de la revista “La Merced”. En la ciudad gallega de Ferrol, al calor de los festejos conmemorativos del VII centenario de la fundación de la Orden de la Merced, salió por primera vez a la calle vinculada a la Orden Tercera, es decir, al mundo del laicado mercedario, de cuantos seglares participaban de nuestro carisma redentor y de nuestra espiritualidad mariana.
La revista se expandió por todas partes, se centralizó en Madrid, y las diversas ramas que forman parte del viejo olivo de Pedro Nolasco la hicieron suya, ya que el conjunto de la familia mercedaria se veía reflejada y reconocida en sus páginas.
1918 fue un mal año para muchas cosas, para casi todo, excepto para nacer, así le ocurrió afortunadamente a “La Merced”. En Europa los campos de batalla estaban teñidos de sangre, la Gran Guerra era cruenta, y cuando al fin llegó la ansiada paz, de mano de la Sociedad de Naciones, surgieron nuevas fronteras, nuevos países, nuevas doctrinas y remozadas expectativas. En este contexto, tras la I Guerra Mundial, comenzó su andadura nuestra revista.

100 años dan para mucho, hasta para nombres distintos. Primero fue “La Merced”, así, sin más. Tras la crisis posconciliar, motivada por un mal entendimiento del Concilio Vaticano II, resurge en 1971 con reforzado nombre, “La Merced-Fe y Actualidad”, y al fín, desde 1980, se publica como “La Merced-Caminos de Liberación” (LM-CL). 100 años dan para mucho, hasta para tener un par de suspensiones o paréntesis, el primero de 1936 a 1944 obligado por la guerra civil española; y el segundo, de 1976 a 1980 motivado por una crisis interna y búsqueda de nuevos planteamientos.

Cumplir 100 años desde nuestra primera aparición pública es evocar, sin falsos triunfalismos nostálgicos, nombres de religiosos eminentes que escribieron bellas páginas de teología o de historia, de filosofía o de arte, de marianismo o de poesía, de literatura o de pensamiento…y siempre bajo el prisma mercedario.
Cumplir casi un siglo de vida es evocar lo mejor de esta apasionante historia entre la revista y sus lectores, es agradecer el apoyo incondicional de nuestros colaboradores y bienhechores, tanto los de casa como los de fuera; de todos es el mérito de que LM-CL presente cada uno de sus nuevos números, atractivos en su presentación, mercedarios en su fondo y universal a través de sus campañas solidarias y redentoras.

100 años para dar gracias a Dios por el trabajo bien hecho, por la oportunidad única de llegar a tantos países, de adentrarnos en tantos hogares con una palabra de Merced y de Evangelio. Y también, como no, 100 años para pedir perdón por los errores cometidos, por las omisiones, por todo aquello que debimos hacer y no pudimos o no logramos realizar. Nosotros queremos seguir en camino, no solo vertiendo opiniones o gritando verdades, sino escuchando y acompañando al cautivo, a menudo herido y confuso, susurrando a sus oídos una palabra de libertad y de acogida.

LM-CL sigue siendo, posiblemente ahora más que nunca, un instrumento de evangelización, de muestra y expansión del carisma mercedario. La revista, editada por la Provincia mercedaria de Castilla y dirigida al conjunto de la Familia Mercedaria, sale a la luz gracias a ese equipo de colaboradores, hombres y mujeres de Merced, que desinteresadamente dedican parte de su tiempo a escribir en sus páginas, gracias también a los miembros del Consejo Asesor, a los que desempeñan trabajos de secretaría o de administración y a cuantos se dedican a su difusión y reparto.
La revista, en el conjunto de sus números editados, es referente de la cultura de la Merced, es la decana de las publicaciones mercedarias en España, y es un verdadero monumento literario de la Provincia de la Merced de Castilla.

II. La Revista: cinco épocas distintas y tres nombres diferentes para una misma publicación.

Nació en el año 1918 y se acerca ya al 2018, desde el variopinto e insólito presente, de difícil definición. ¿Sociedad de supremacía objetiva o subjetiva? ¿Esperanzada o desesperanzada? ¿De certezas o de oscuridades? Nuestro año lleva número de camiseta de principio de siglo, pero en aspectos parece año de siglo cansado y de gente sin excesivas ilusiones.

Desde nuestro hoy, “La Merced” mira hacia atrás y hacia delante gozosa y esperanzada con un recuerdo y mirada al camino: el camino, y el que desea y habrá que crear. Con todo respeto, no comparto del todo el receloso verso del poeta Antonio Machado: “Caminante, no hay camino/ se hace camino al andar”. Tampoco el otro: “Ayer soñé que veía / a Dios y que a Dios hablaba, / y soñé que Dios me oía…/ Después soñé que soñaba”. Personalmente pienso (en el sentido más fuerte) que se sueña cuando se siente o tiene la impresión de que Dios no te oye. Pienso que se hace camino al andar, pero hay un camino trazado, con Guía propio y con Destino asignado.

Primera época (1918-1936).- Nace “La Merced” por iniciativa del grupo de frailes Mercedarios que en Ferrol (La Coruña) de finales de la primera guerra mundial dirigen a la vez el Colegio y la Orden Tercera de la Merced, formada por los seglares o laicos que quieren vivir su fe al estilo de esta histórica Orden religiosa. Los colaboradores eran profesores, misioneros populares y personas de gran cultura y mercedarismo. En 1921 su sede se trasladó a Madrid, desde donde su staff de colaboradores y público se acrecentó. Con discurso sencillo y denso, con gran conocimiento de la sociedad de su época y de la historia mercedaria, orientaron a mucha gente.

Escriben serios y comprensibles artículos sobre espiritualidad y virtud cristiana, sobre historia de la Merced, sobre pensamiento, sobre sociología y literatura. Concluyó esta época con un acontecimiento sobradamente conocido. Guillermo Vázquez Núñez, uno de sus mejores colaboradores, autor de la primera Historia de la Orden de la Merced según las exigencias de la crítica histórica actual, publicó en la revista, cuando ya olía a pólvora, un artículo de gran valor testimonial con el título de “Renuncio a morir en cama”. No murió en cama. Se encontró con otros muchos entre los asesinados en Madrid durante la persecución religiosa que asoló España en 1936.

Segunda época (1944-1965).- Renace la revista con idéntico título y en buena parte con los mismos colaboradores (los supervivientes de la guerra civil), a los que se suman nuevas figuras, con la misma orientación y con parecida altura durante los primeros 12 años (1944-1956). De 1956 a 1965 decae un poco su nivel y su temática, tomando más bien el cariz de Boletín piadoso para lo que suele conocerse como “gente de iglesia” y “beaterio”. De cara a la gente con intereses intelectuales en las mismas áreas y sobre todo en el campo de lo mercedario se había fundado la revista “Estudios. Revista trimestral publicada por los Padres de la Orden de la Merced” (1945), para la que trabajan parte de los colaboradores de “La Merced”. Para uso interno, comienza a publicarse (1963) un Boletín Provincial, destinado a los frailes. Al inicio se edita como un suplemento de “La Merced”.

Tercera época (1966- 1970).- Deseando encontrar un lugar de cercanía al público mercedario, pero al mismo tiempo con carácter serio y en línea con la mentalidad posconciliar, un nuevo equipo lanza de nuevo a la calle “La Merced”, con colaboradores internos y personalidades de la cultura española. En la temática, lo mercedario pierde presencia y predomina la orientación intelectualista, en un conjunto al que no se le encuentra un alma. No atrae ni prospera como publicación autosuficiente.

Cuarta época (1971- 1976).- “La Merced-Fe y Actualidad”. Los mercedarios de la Provincia de Castilla (que no se circunscribe ni a las autonomías castellanas ni a España) de este momento no se resignan al silencio en el ámbito de la publicación religiosa y mercedaria, y deciden salir de nuevo a la calle con un título que complete el nombre anterior con la marca de su vocación específica. Surge así “La Merced-Fe y Actualidad”. La vocación de la Orden fue y quieren que continúe siendo la problemática de la fe y del cristiano en entornos de cautiverio, que no tiene nada de arcaico en la sociedad de nuestros días. La nueva orientación y el mismo título intentan cambiar la revista en una especie de “órgano teológico-pastoral del pensamiento y carisma de la Merced”, convirtiéndose “en voz de liberación a favor de los oprimidos por la fe y por los derechos de conciencia”. Por diversas circunstancias (entre otras, la crisis del propio director), tampoco salió a flote en el tiempo el nuevo programa, en sí valioso: su camino fue breve.

Quinta época (1980-hasta el presente).- “La Merced-Caminos de Liberación”. Con la quinta época, “La Merced” se inclina por otra orientación y, sobre todo, otro tipo de publicación, de más sencillez y cercanía a la realidad social y a la sensibilidad de la gente, dejando de ser lo que tradicionalmente se considera una Revista para transformarse en Hoja o Folleto, que nace con 8 páginas y crece con los años hasta sus 20 páginas actuales, de muy esmerada presentación. No pretende ser una “Revista” al uso, con artículos de varias páginas, en que se desarrollan diversos temas sobre cuestiones de interés: los de las épocas anteriores. Va a ser un arma de trabajo y de comunicación de actividades y para acciones concretas, con un mínimo de “doctrinalidad” o teoría.


Pudo haberse titulado “La Merced-Fe y Liberación”, enriqueciendo la faceta anterior con la marca de la Liberación, o “La Merced-Camino de Liberación”, destacando la nota mercedaria como camino singular. Emergió de las aguas con el nombre que tiene y que suscita otras referencias. Viene a ser una pantalla descriptiva y casi televisiva del mundo en que trabajan no solo los mercedarios, sino también los Institutos femeninos que se acogen al carisma de San Pedro Nolasco. La complementan desde ella, primero “Campañas Anuales” por alguna causa relacionada con la carencia de libertad y vulneraciones de la dignidad humana y, posteriormente, “Proyectos” varios en la misma línea. Desde el primer momento incorporó, como número último del año, un Calendario mercedario, que, desde la pared de la habitación de la casa o de la oficina, acompaña y guía al suscriptor o amigo. Más recientemente, se enriqueció con una colección denominada “Folletos Liberación”, que en formato menor y con 12-24 páginas ponían en contacto al lector con semblantes y cuestiones sociales y mercedarias. Antecedente claro de la actual “Colección Familia Mercedaria”.

Este es el recorrido de 100 años de una publicación que fue y es siempre “La Merced”, pero que ha asumido en el tiempo adjetivaciones o matizaciones diferentes, siendo la actual, por el título, la de la atención a la libertad y a la liberación de los cristianos y de todos los hombres y mujeres.



Larga vida a la publicación. Quien la siga no escaseará nunca de trabajo, de sentido en la vida y de posibilidades variadas, de hacer algo ventajoso por los demás, principalmente por quienes viven situaciones de cautiverio y falta de libertad.



P. Mario ALONSO AGUADO, O. de M.

Director de La Merced-Caminos de Liberación.