miércoles, 31 de octubre de 2012

La Merced en Valladolid. I

Queremos destacar la fuerte presencia de la Orden de la Merced desde antiguo en Valladolid.
Desgraciadamente la desamortización por un lado y la extinción y expulsión de las distintas órdenes religiosas por otro fue una decisión tan errónea en el XIX, que Valladolid perdió todo aquello que la hizo grande.

1.-La orden, en la que se cobijó la Piedad desde su nacimiento, tuvo su origen entre mediados y finales del siglo XIII. En el manuscrito 2441 de la Biblioteca Nacional de Madrid se advierte esta afirmación cuando se habla de la Merced en Castilla y más concretamente en Valladolid:
"Es tradicion que siempre se a conserbado en aquel Convtº como deribada de los antepasados, q se fundo por Ntro Santo Patriarca entre los años 1220 y 1230, y asi lo dice tambn los mas historiadores de la orden!

2.-Aunque como tal y reconocido el Convento de la Merced de Valladolid aparece reflejado en la Bula de Nicolás IV, 1291 y que va dirigida al 4º Maestro General, Fray Pedro de Amer la cual dice:
"... Domum quam habetis in civitate Burgensi, quam habetis in Valladolid in dioecesi Palentina. Domun quam habetis in Medina del Campo in dioecesi Salmantina..."

3.-También según el manuscrito 2441 se dice que el Convento de la Merced de Valladolid estaba :"...en otro sitio hasta que el año 1349 en el q Fernan Lopez de la Serna pro encargo q le hizo la Reyna Dª Leonor muger del Rey Dºn Fernando de Portugal, de q fundase un convtº en las casas q dexaba..."
Así se hizo por Fundación Real, pues en el atrio de la Iglesia se veían las cadenas, signo de haber sido fundado el Convento por mandato regio.

4.-Rodrigo de Villadrando fue otro valedor del Convento, rehizo la Capilla Mayor.
Éste, que a su vez era Conde de Ribadeo, falleció en Valladolid en 1475 y en su testamento dejó dicho que fuese enterrado en la capilla de Ntra Sra de la Merced.
"...Iten dijo que mandaba e mando decir cada dia dos misas de requiem, una cantada e otra rezada en el Monasterio deSanta María de la Merced desta Villa, donde se mandaba sepultar..."

5.-Ayuda de Reyes:
Enrique IV de Castilla, en 1460, le concede alcabalas del vino de la ciudad de Valladolid.
En 1487, los Reyes Católicos les conceden 1600 marevedíes  de alcabalas sobre carne y pescado de Renedo. En esta donación jugó un papel importante Fray Antonio de Valladolid, famoso provincial de Castilla, que tuvo realción estrecha con la Reina Isabel, y que luego intervino de manera directa en el envío de Mercedarios a América.

6.-El Convento de la Merced: Capillas, Bulas y lo mejor de Castilla.
En la Capilla de San Juan de Letrán, por bula de Clemente VII, desde 1529, celebraban sus cultos los maestros sastres de Valladolid.
Por bula de 1530, quien visitase la capilla de San Pedro Nolasco podría lograr la plena indulgencia.
Por concesión de 1620, quienes dijesen misas en la capilla de Santiago Apóstol podían alcanzar lo que entonces se llamaba: "sacar el alma del purgatorio".
También Urbano VIII concedió permiso para que en la Iglesia se puidesen enterrar los seculares que lo deseasen. Este apartado tuvo mucho que ver con nuestra cofradía de la Piedad, pues hacia 1620 se menciona, durante el pleito con las Angistias por la unión con dicha hermandad que:
"que si alguno cofrade falleciese, la Orden le enterraría con honores de cofrade
y que se dirían Misas de Ánimas a cualquier cofrade difunto"

Por aquí pasó lo mejor  y más florido de Castilla en cuanto a frailes mercedarios se refiere:
los padres: Negrón, Merino, Aguayo, Manrique, Zúmel, Isidoro de Valcarce, etc... no han tenido por parte de la historia el reconocimiento del que se hicieron merecedores.

7.-Tirso de Molina alaba el Convento Vallisoletano diciendo de él:
"... nuestra casa de Valladolid, madre entonces y aun agora, de todas las que poseemos en este reyno por su antigüedad u observancia, asistencia al coro, letras y virtudes y copioso numero de religiosos".


Nota: Entresacado de la separata del nº 53 del Boletín de la Merced de Castilla (1978).

viernes, 26 de octubre de 2012

UNA PASIÓN DE VALLADOLID: "QVESTIO"



LA SEMANA SANTA DE VALLADOLID EN LA CASTILLA DE ANTAÑO

El Otoño trae noticias, de todo tipo, unas buenas, otras van siendo vaya y otras extraordinarias.
Juan Carlos Urueña, con quien nos une ya una gran amistad, nos regaló una de estas últimas y fabulosas.

Hay días en los que la fortuna sonríe de manera desigual. Son momentos en los que por un lado parece que todo esta perdido y por otro todo lo que se percibe es todo lo contrario. Las cosas cambian y se ven de manera distinta dependiendo del color del cristal con que se miren.

En esto de la Semana Santa y de nuestras Cofradías ocurre algo similar. Unos pensarán que nuestra tradición más arraigada está en decadencia y otros que va por buen camino. Algunos otros trabajarán porque su hermandad mejore, sin embargo otros decidirán que sigue bien como está y que no hay que modificar nada. Aún cuando lo que se proponga desde fuera esté bien. Sólo por el mero hecho de defender, a veces, lo indefendible, e incluso tirar piedras contra el propio tejado.

En definitiva opiniones que siempre estarán en el candelero y en la opinión general de cofrades y devotos.
Que si esto, que si aquello, que si hay que cambiar lo de más allá, que si no…

Una cosa es cierta.
Hay personas que trabajan en el Valladolid de ahora desde su rinconcito, haciendo una labor callada y desinteresada por nuestra Semana Santa, personas que su único interés es mostrar a Valladolid y a sus gentes que merece la pena “velar” y “mimar” con sumo cuidado nuestra 5 veces centenaria Semana Mayor.

Personas que se afanan por recoger, recopilar y reorganizar aquello que nuestros predecesores vivieron e hicieron con verdadero interés y devoción.
Personas, en este caso persona, que de manera incansable busca reordenar y contemplar cómo fue aquel Valladolid de la Castilla de entonces y de sus procesiones de antaño. Las que discurrían por esas calles angostas y sin asfalto, donde la única luz que se percibía era la de las hachas de los hermanos de luz.

Donde las gentes de entonces vestían de otra manera, pero que contemplaron las mismas imágenes en madera policromada. Esas tallas que 500 años después observa el Valladolid del siglo XXI y los cofrades de ahora.
En aquel entonces esos otros cofrades, de luz o de sangre, contemplaron aquel Valladolid más recogido, y fueron personas como nosotros, con nombre y apellidos que dieron forma a nuestra Semana Santa, aquella que hubo antes de Gandásegui y que nosotros sólo podemos imaginar.

Juan Carlos Urueña Paredes, que merece toda mi admiración por intentar aportar un granito de arena en este tema apasionante y enfocándolo desde este punto de vista, trata de rescatar esto. Ir al lado más humano de aquellos días santos.
Se de buena tinta que ha rebuscado por aquí y por allá, se ha informado y tras un primer vistazo su nuevo proyecto es más que interesante.

Este blog de la Piedad se hace eco de su interés y de su denodado esfuerzo.

Merece la pena que sea publicado y que el Valladolid de ahora conozca más y mejor nuestra Semana Santa para que, a quién corresponda, “vele”, “mime” y “cuide” nuestra mejor y más valiosa tradición: la que va en el corazón de cada cofrade de Valladolid.
Gracias Juan Carlos por tu proyecto.
Gracias Juan Carlos por tu amor por Valladolid y su Semana Santa.
Ojalá que QVESTIO: UNA PASIÓN DE VALLADOLID, llegue al mejor puerto posible. Al de todos y cada uno de los que viven y moran en esta ciudad y villa con muchos siglos de historia.

lunes, 22 de octubre de 2012

130 años de la dedicación de la S.I. Catedral de Valladolid


Así debería haber sido su fachada principal

Hoy Lunes, 22 de Octubre de 2012, se cumplen 130 años desde que el arzobispo Benito Sanz y Forés presidiera el acto de dedicación de la S.I Catedral, que tuvo lugar el 22 de octubre de 1882, lo que convierte a este templo en el centro de la vida litúrgica de la diócesis.


Este acontecimiento es uno de los más importantes de cuantos celebra la Iglesia en Valladolid, según ha indicado el Arzobispo de Valladolid, Don Ricardo Blázquez. 
Con dicha conmemoración se pretende «inculcar en el ánimo de los fieles el amor y la veneración hacia la Iglesia Catedral». El rito de la dedicación, que se recuerda solemnemente cada año en la fecha que se realizó, incluye diversos gestos como una procesión solemne, aspersión con agua, canto de las letanías de los santos, colocación de una urna con reliquias de santos, unción del altar y de las cruces... En el caso de una catedral, la dedicación adquiere particular relevancia «pues este templo simboliza a la Iglesia particular en que la Iglesia Universal se hace viva», explica el Arzobispo. Estos ritos se despliegan para que «algo, especialmente un edificio o lugar, se destine a que cumpla una finalidad sagrada propia, exclusiva y para siempre».

Maqueta - proyecto de Juan de Herrera


Fue en el año 1527 cuando se convocó un concurso para realizar un trazado que sustituyera la empequeñecida colegiata de Santa María, fundación del Conde Ansúrez. Por entonces se aceptó un proyecto tardogótico presentado por Diego de Riaño.
Las obras comenzaron el 13 de Junio de 1527 bajo la dirección de Diego de Riaño. Tras la muerte de este arquitecto en 1534, le sucedió en la dirección Rodrigo Gil de Hontañón, aunque las obras avanzaron lentamente hasta su fallecimiento en 1577.

En 1580 el arquitecto Juan de Herrera trazó los actuales planos de la Santa Iglesia Catedral de Valladolid, y presentó un enorme templo de planta rectangular, con tres naves separadas por gruesos pilares, un amplio crucero en la mitad de ellas, en los laterales capillas entre contrafuertes y al frente una profunda capilla mayor. En el exterior del proyecto incluyó una fachada de estructura similar a la del Patio de los Reyes de El Escorial y cuatro torres de planta cuadrada, dos de ellas flanqueando la fachada,


La Buena Moza

Comenzó a construirla su discípulo Diego de Praves en 1589. A petición del rey Vallisoletano Felipe II, el Papa Clemente VIII en 1595 creó la diócesis de Valladolid y elevó la Iglesia Mayor a la categoría de Catedral.

Las obras no pudieron continuar por falta de recursos económicos, y lo que hoy se conserva, parte de las naves, fue inaugurado solemnemente el 26 de agosto de 1668, aunque la dedicación no tuvo lugar hasta el 22 de octubre de 1882, a cargo del arzobispo Benito Sanz y Forés.
Dedicada a Santa María Virgen en su advocación de la Asunción.

Desgraciadamente tras el derrumbe de la "buena moza", la Iglesia Mayor de Valladolid se vio sin torre, por eso se decidió acometer sin seguir los planos originales la actual, que se terminó en los primeros años del Siglo XX, actualmente el proceso de construccción está paralizado. 

¡ Quién sabe si algún se retome !

martes, 16 de octubre de 2012

De 1578 a 2012: Reglas y Estatutos


Estatutos de 20 de Abril de 1898, aprobados por el Cardenal Cascajares

Al parecer y según información de la propia Hermandad, los anteriores estatutos que se aprobaron el 29 de Junio de 2012, han sido decretados nulos por la autoridad eclesiástica.

Según esta carta o notificación se expresa también la creación o formación de una nueva "Comisión redactora de estatutos", la cual estará formada por 7 personas: El Sr. Vicario General de la Diócesis, el Párroco de San Martín y Consiliario de la Cofradía, 3 miembros de la Comisión Gestora y 2 cofrades ajenos a la misma, que serán designados por el Sr Vicario.

En la misma misiva se nos dice que el proceso electoral que estaba programado para el 21 de Octubre queda desconvocado.

Ante esta situación la Piedad se ve inmersa en un punto clave de su historia, estamos ante un momento único y muy importante. Será tiempo para poder redactar una norma estatutaria acorde a los valores de la Cofradía, de su historia y sus tradiciones, ajustada como no al Código de derecho Canónico y al Directorio Diocesano para Cofradías, que en su día promulgó el Arzobispo Don José Delicado Baeza. Donde todos los hermanos cofrades nos síntamos acogidos y en igualdad de derechos y de condiciones.

Ya en la Regla de 1578 se dajaban claras estas cosas, los cofrades tuvieron un reglamento que fue válido muchos tiempo, al menos 320 años, hasta 1898 año en que se elaboraron unos nuevos estatutos, los primeros de la época moderna de la Piedad.

Eso indica que esa norma fue muy válida. Ojalá la que se redacte sea así y los cofrades actuales y los que puedan pertenecer en el futuro se vean ampliamente respaldados, con posibilidades amplias de poder decidir y representar a la Cofradía si así lo estiman oportuno.

El momento actual es clave, importante y serio.
Aprovechémoslo todos. Seamos responsables en este asunto
Que Cristo,el Señor, y Ntra Madre de la Piedad nos iluminen en ello.

miércoles, 10 de octubre de 2012

En torno a 1500: Genoveses, flamencos, italianos y el inicio de la hermandad.

Del hispanista Bartolomé Bennassar en su libro "Valladolid en el siglo de Oro" podemos encontrar las siguientes citas:

"Familias de origen italiano afincadas en Valladolid: Achaioli, Boniseni, Falconi, Nelli, Vertini..... de origen mercantil muy reciente".

" En el Cabildo de la Iglesia Mayor de la Catedral encontramos de 1500 a 1600 al licenciado Falconi, a Cristóbal Boniseni y a Fabio Nelli......"

"Valladolid atrae a numeroso extranjeros flamencos, franceses, portugueses pero sobre todo italianos. En estos años de Corte encontramos a varios florentinos y de los más conocidos, Strozi, Loti, Achaioli, Vertini, Martelli.

" Y también famosos genoveses: Lomelín, Centurione, Saudi...Los genoveses, que así se conocía a los italianos, se vincularon al Convento de La Merced, por ser una orden con marcado acento mediterráneo.  Allí fundaron la primera Cofradía de Penitencia de Valladolid, que al poco tiempo se llamó de La Piedad..." .

Eso fue allá por 1500-1505, o incluso algunos años antes, aún así la Piedad formada por Genoveses mantuvo su vida como Cofradía, cabe reseñar el pleito que mantuvo nuestra hermandad con la Cofradía de la Vera Cruz en 1549.

El 7 de Septiembre de ese se da este hecho. La cofradía de la Vera Cruz presentará el recurso por la hora y forma de sacar la Piedad la procesión el Jueves Santo; el recurso empieza así:

“...contra la Cofradía de la Piedad que salen el Juebes Santo de la Cena del Mº de Nª Sª de la Merced...
... los cofrades de la cofradía de la Santísima Veracruz desta noble villa de Valladolid, estando ayuntados en el hospital de la Cruz, otorgose poder a los mayordomos, para en cierto pleito que nosotros como tales cofrades de la dicha Cofradía que entendemos haver, tener e mover contra la cofradía de los xinoveses que salen el Jueves Santo de la zena del monasterio de Nuestra Señora Santa María de la Merced, no lo pudiendo hazer a lo menos hasta que nosotros como tales cofrades de la dicha cofradía de la Santa Bera Cruz ayamos acavado de hazer nuestra procesión el dicho Jueves de la Zena según lo tenemos de costumbre inmemorial a esta parte...”


A este respecto cabe preguntarnos qué fue lo que ocurrió para que se fijase 1578 como incio de la hermandad. Pudo ser que se redactase la nueva Regla ante el abad Mercedario.
Una cosa es cierta. El Abad de Valladolid la ubica en 4º lugar, fijando su fecha en el mencionado año.
Otra cosa es que eso sea cierto del todo. Lanzamos la hipótesis de que 1578 es el año en que se redacta la Regla de la Piedad, su existencia data de antes, pero eso es harina de otro costal.

lunes, 8 de octubre de 2012

San Juan de Ávila: Doctor de la Iglesia.



San Juan de Ávila, Santo y Doctor.


Al Cristo Crucificado:

No me mueve mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tu me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido;
muéveme tus afrentas y tu muerte,
Mueveme en fin, tu amor de tal manera
que aunque no hubiera cielo yo te amara
y aunque no hubiera infierno te temiera.
No me tienes que dar por que te quiera,
porque aunque cuanto espero no esperara
lo mismo que te quiero te quisiera.

Esta joya de la mística castellana permanece anónima, sin embargo hay razón para atribuírsela a San Juan de Avila ya que la idea central del soneto aparece en su obra "Audi filia" en las siguientes palabras:

"Aunque no hubiese infierno que amenazase, ni paraíso que convidase, ni mandamiento que constriñese, obraría el justo por sólo el amor de Dios lo que obra." -cap. L.

El soneto apareció por primera vez impreso en la obra titulada Vida del Espíritu (Madrid, 1628), del doctor madrileño Antonio de Rojas.

UN NUEVO DOCTOR EN LA IGLESIA:

La reducida y prestigiosa lista de los Doctores de la Iglesia universal, de la que forman parte los santos considerados como los más eminentes maestros de la fe, cuenta con un nuevo español, San Juan de Ávila. Este sacerdote manchego del siglo XVI, patrón del clero de nuestro país, fue ayer proclamado Doctor de la Iglesia por Benedicto XVI durante la misa de apertura del sínodo sobre la Nueva Evangelización celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano.

Un gigantescto tapiz con su imagen, junto a otro que mostraba a la religiosa alemana Santa Hildegarda de Bingen, que también recibió ayer esta distinción, colgaba de la fachada principal de la basílica vaticana ante la vista de las decenas de miles de personas que participaron en la ceremonia. Con la proclamación de estos dos nuevos miembros, el elenco de Doctores de la Iglesia cuenta con 35 nombres. De ellos, cuatro son españoles. Además de San Juan de Ávila, los otros españoles son: San Isidoro de Sevilla, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila.

El Papa habló de los dos nuevos doctores como figuras «luminosas» y dignas de «admiración». Recordó que el patrón del clero de nuestro país era un profundo conocedor de las Sagradas Escrituras y estaba dotado de un «ardiente espíritu misionero». «Supo penetrar con singular profundidad en los misterios de la redención obrada por Cristo para la humanidad», comentó, calificándole como un «hombre de Dios» que unía la «oración constante con la acción apostólica».

San Juan de Ávila, (6 de enero de 1500 en Almodóvar del Campo (Ciudad Real), se dedicó «a la predicación y al incremento de la práctica de los sacramentos», concentrando sus esfuerzos «en mejorar la formación de los candidatos al sacerdocio, de los religiosos y los laicos, con vistas a una fecunda reforma de la Iglesia».
Sesenta y dos obispos españoles y alrededor de 2000 fieles venidos de nuestro país participaron en la Eucaristía en la que San Juan de Ávila fue proclamado Doctor de la Iglesia.

La proclamación como doctor se ha logrado gracias al trabajo continuo y conjunto del Espiscopado español. «Los obispos han remado en la misma dirección. Todo empezó con la carta que realizaron en el año 2000, cuando se celebró el quinto centenario de su nacimiento. Pedían un esfuerzo colectivo para lograr la declaración como Doctor de la Iglesia universal». También subrayó la labor realizada en este sentido por el cardenal Cañizares en la Santa Sede desde que asumió su cargo en la Curia en 2008.

Antes del rezo del Ángelus, el Papa saludó con afecto a los peregrinos de lengua española y comentó que San Juan de Ávila y Santa Hildegarda de Bingen eran dos «faros luminosos y seguros en el anuncio del Reino de Dios», deseando que «nos ayuden a todos a crecer cada día en la auténtica vida de fe».

Fórmula especial para elnombramiento de Doctor:

La realizó el Papa leyendo la siguiente fórmula en latín: «Nosotros, acogiendo el deseo de muchos hermanos en el episcopado y de tantos fieles en el mundo entero, después de haber recibido el parecer de la Congregación de las Causas de los Santos y de haber reflexionado durante mucho tiempo y haber alcanzado el pleno y seguro convencimiento, con la plena autoridad apostólica, declaramos a San Juan de Ávila, sacerdote diocesano, y a Santa Hildegada de Bingen, monja de la Orden de San Benito, Doctores de la Iglesia Universal. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo».

La postuladora de la causa del doctorado de San Juan de Ávila, Encarnación González, ha destacado la faceta como predicador y pedagogo del sacerdote manchego. «Preocupado como el que más por la educación y formación cristiana de niños, jóvenes y adultos, y por hacer bien a todos, se las arregló como pudo para llegar a ellos, e incluso escribió un catecismo en verso para ser cantado, de modo que se transmitiera de oído y lo aprendieran pequeños y mayores». Gracias a San Juan de Ávila, los discípulos que lo rodeaban alcanzaron altas cotas de vida interior y de piedad. Encarnación González subraya que la gente «se arremolinaba para escucharle, porque, hombre de Dios y con gran experiencia humana, hablaba con sabiduría y sencillez» y, concluye la postuladora: «Se traía a la gente de calle».

El camino hacia el doctorado

San Juan de Ávila murió el 10 de mayo de 1569. Santa Teresa, al enterarse de la muerte de Juan de Ávila, se puso a llorar y, preguntándole la causa, dijo: “Lloro porque pierde la Iglesia de Dios una gran columna”.

El día 4 de abril de 1894, León XIII beatifica al Maestro Ávila. Pío XII, el 2 de julio de 1946 lo declara Patrono del clero secular español. Pero el maestro de santos tendrá que esperar hasta el año 1970 para ser canonizado por el Papa Pablo VI.


La iglesia de la Compañía de Montilla, donde descansan sus restos, y la pequeña casa donde vivió sus últimos años san Juan de Ávila, son centros de continuo peregrinar de obispos, sacerdotes y fieles de toda España.

En 1970, la XII Asamblea Plenaria se planteó solicitar el título. En 1989 elevó su petición al Papa. En 2002, la Congregación para la Doctrina de la Fe concluyó el examen de los trabajos. En 2011 la Congregación dio su «sí» definitivo. Finalmente, en agosto de 2011, en plena JMJ, Benedicto XVI lo anunció en Madrid.

Ayer 7 de Octubre, festividad e Ntra Sra del Rosario fue nombrado Doctor de la Iglesia Católica.