martes, 30 de abril de 2013

Valladolid en el año de Fe con sus patronos: San Pedro Regalado y María Santísima de San Lorenzo


El próximo día 12 de Mayo a las 20,30 horas partirá de la Santa Iglesia Parroquial de San Andrés Apóstol la procesión extraordinaria que, con motivo del año de la Fé, se ha programado desde la Archidiócesis de Valladolid.
Se atiende así a la recomendación especial que hizo el Papa, el cual recomendaba fijarse en la fe de María y de los Santos, especialmente los Patronos
Por ello, se unen en la víspera de San Pedro Regalado al Patrón de la Diócesis con la Patrona de la Ciudad.
La imagen de Ntra Sra de San Lorenzó será llevada a hombros por sus cofrades y por todo aquel que desee hacerlo. Durante el trayecto hasta la Iglesia del Salvador se rezará el Santísimo Rosario y se renovarán las promesas del Bautismo.
A las 8:30 de la noche se iniciará el recorrido de la procesión que será el siguiente:

- Iglesia de San Andrés 
- Mantería   
- Plaza de España  
- Teresa Gil   
- San Felipe Neri   
- Plaza del Salvador.   
- En dicha plaza y ante las imágenes de la Virgen de San Lorenzo y San Pedro Regalado (Patrón de Valladolid), se realizará la renovación de las promesas del bautismo.
Finalizado el acto se continuará por:
- Castelar  
- Regalado   
- Catedral   
- Arribas
- Hasta el interior de la S.I. Catedral en cuyo interior se tendrá un momento de oración ante la Santísima Virgen y se finalizará con el canto de la Salve Popular.
Ojalá el tiempo acompañe y el acto sea una gran muestra de Fe de Valladolid y sus gentes.
Fuente Valladolid Cofrade.

viernes, 26 de abril de 2013

El último Abad de Valladolid.



Interior de la Colegiata.
A lo largo del Siglo XVI hubo una serie de Abades que ocuparon la sede la Iglesia Colegial de Valladolid. Tres fueron abades o priores de la ciudad del Pisuerga. Aunque todos ellos, los 5, llevaron y tuvieron nombres y apellidos iguales o semejantes. Todos se llamaron Alonso y además 3 de ellos se apellidaban Enríquez, por pertenecer a la familia y casa de los Almirantes de Castilla.
Hubo confusiones en torno a ellos, se confundían unos con otros y en sus cargos, pues casi todos ellos fueron contemporáneos.


De Estos 5 personajes fueron:
Alonso Enríquez, Obispo de Osma.
Alonso Enríquez de Arellano, Prior de Valladolid.
Alonso de Villarroel, Abad de Valladolid.
Alonso Enríquez, Abad de Valladolid, y 
Alonso de Mendoza, nuestro último Abad.

Nos ocuparemos del último, Don Alonso de Mendoza, sucedió en el cargo a Don Alonso Enríquez, el cual falleció el 13 de Enero de 1577. Enterrado en el Altar Mayor de la Colegiata .

Es por ello que Don Alonso de Mendoza tuvo mucha implicación en las Cofradías y en cómo regularlas.

Ya dijimos que en 1578 aprueba la Regla de la Piedad.

También en 1588 dispuso que todas las procesiones se hiciesen de día.
Así el 13 de Abril de ese mismo año, el notario Amador de Santiago notificó a las cofradías el siguiente auto de Don Alonso de Mendoza, abad de la Villa:

Colegiata de Valladolid
“Don Alonso de Mendoza, por la gracia de Dios y de la santa Yglesia de Rroma abad desta villa de Valladolid: por quantos somos ynformados de los yncovenientes que susceden de acerse las procesiones de deziplina en esta villa en este santo tiempo de noche, de que nuestro Señor es deservido y la rrepublica descandeliçada, hemos acordado que todas las dichas procesiones se agan de día, y ansí por la presente mandamos en virtud de santa obediencia y so pena de excomunión mayor late sentencie a la cofradía de la Vera Cruz desta villa que agan su procesión de deziplina mañana Juebes Santo y salgan de San Francisco como tiene de costumbre, a las cinco de la tarde y buelvan de día - y la cofradía de la Pasión salga a las seis de la tarde - y agan sus procesiones y buelban a sus casas de día - y la procesión de la Quinta Angustia salga el viernes santo a las cinco de la tarde - y la cofradía de las Piedad a las seis de la tarde. A las quales dichas cofradías mandamos no se encuentren ni agan escandalo so la dicha sentencia de excomunión y de veinte ducados para obras pías, en los quales dende agora los avemos por condenados - y lo contrario aziendo procederemos contra los rrebeldes quanto y con derecho dedvamos. - Y de parte de la santa madre Yglesia exortamos y de la misma pedimos al Corregidor de esta villa por el Rrey nuestro señor y a su lugar teniente en el dicho oficio no permitan salgan las dichas cofradías a azer las dichas procesiones si no es a la dicha hora y tiempo, por que en ello.Dios nuestro señor será servido -y lo contrario aziendo qualquiera de las dichas cofradías, ynbocamos el auxilio del braço rreal para que vuestras mercedes manden dar sus mandamientos a sus merinos y alguaciles por las cuales manden prender y prendan a los alcaldes y mayordomos de la cofradía que lo contrario hiziere, porque en ello Dios será servido e yo rrescibiré merced.

También intervino en el conflicto que pudo haberse organizado en 1592 entre los cofrades de la Piedad y los de las Angustias. 
Ambas hermandades salieron con su procesión a las seis de la tarde, bien provistos de armas, encontrándose. Y de no intervenir D. Rodrigo de Santillana y D. Antonio de Ulloa, alcalde y alguacil mayor de la corte, respectivamente, hubiera sobrevenido un choque de funestas consecuencias.


Colegiata, ahora Museo Catedralicio.

Cuya noticia es ampliada por el propio Narciso Cortés aunque fechada en 1.593, a causa de un mandamiento que el mismo día de viernes santo, 14 de abril, dio el Abad D. Alonso de Mendoza para que no 

“aviendo salido la procissión de disciplina de Nuestra Señora de las Angustias a las ocho de la noche, salga la procissión de Nuestra Señora de la Piedad a las ocho oras de la noche, amonestando y si nescesario es requiriendo, que si las dichas procissiones se encontraren en alguna parte, no aya escandalo ni alboroto”. Y muy poco faltó, ciertamente, para que las dos procesiones se encontraran y el escándalo se produjera. Ocurrió, según palabras de un testigo, que el citado día “del Viernes Santo próximo pasado, siendo ynformados los señores Alcaldes del Crimen desta Rreal Audiencia la novedad que querían hazer en el salir con su procesión la dicha confradia e cofrades de la Piedad, el día Viernes Santo antes que saliese la procesión de la Quinta Angustia, por estorvar el daño que se podría seguir de lo suso dicho y escandalo del pueblo encontrándose ambas las dichas confradias, fueron con la dicha confradia de la Quinta Angustia el señor don Rrodrigo de Santillana e Don Antonio de Ulloa, alcalde y alguacil mayor de esta corte. con la presencia de los cuales se ynpidió el escandalo que se podía seguir por haver salido la dicha procesión de la Piedad, como salió, antes que la procesión de la Quinta Angustia”. 

Parece, sin embargo, que la procesión de la Piedad pudo ser detenida cuando se disponía a salir del monasterio de la Merced

Altercados entre las dos hermandades que acabarían con la unión de ambas...


     
    [1] Amando Represa: Sermón de las Siete Palabras 1981
    [2] Miscelánea vallisoletana, tomo I y III, 

lunes, 22 de abril de 2013

La labor de caridad de los cofrades

Casa del Duque de Lerma e Iglesia de Belén.
En la actual calle del Duque de Lerma, de la Parra en otros tiempos, se encontraba ubicado el Hospital de Convalecientes, lugar donde la Cofradía de la Piedad realizó, en parte, su labor caritativa y asistencial.
Fue de su propiedad desde sus inicios

El Hospital de Convalecientes fue fundado en 1579 por el presidente de la Chancillería y Obispo de Palencia, don Juan Zapata, en la calle de la Parra.
Se construyó en unas casas que están a la espalda de la real Chancillería y que son del convento del Señor San Benito el Real. Algunos años después el hospital de Convalecientes, se mudó a la calle de la Parra (actual calle Duque de Lerma), y ayudó a su dotación Juan de Dueñas, natural de Astorga. Posteriormente se agregó a la cofradía de La Piedad. Casimiro G García-Valladolid cita la fecha de fundación en 1576.

María Jesús García Cantalapiedra atribuye la fundación del Hospital de la Convalecencia, como donación particular, al procurador de los Reales Consejos y notario del Santo Oficio.
En 1.631, tenía carácter provincial, para asistencia de convalecientes. En él se atendían los enfermos expulsados de otros hospitales como el de San Cosme y San Damián, el de Esgueva, el de Inocentes y el de San Juan de Dios y cuyo gobierno estuvo a cargo de la hermandad de la Piedad.

Enrique Gª Martín nos dice que en 1.595: “.. el Hospital de nuebo se ba declarar que queda como antes lo hera unido e incorporado en el gremio y cuerpo de la cofradía de manera que siempre se llame y nombre el Hospital de Convalecientes de Ntrs. Sra. de la Piedad y en la puerta tenga sus insignia y los hermanos.

El comerciante Roberto Esborlano, piamontés de Asti y vecino de Valladolid, al morir (a finales del Siglo XVII), lega, entre otros, al hospital de Convalecientes 100 reales.

Según el Catastro del Marqués de la Ensenada, consta que en el año 1.752, existía dicho hospital, diciendo que en Valladolid todavía quedaban 6, uno de los cuales era el de Convalecientes:
“… el uno que se yntitula General de la Resurrepcion y dentro deste mismo tambien hay otro de Convalecientes, con fundacion y renta separada…”.  

    


     [1] Valladolid en el siglo de Oro: p. 408 - 413
     [2] Antolinez de Burgos, página 392
     [3] Matías Sangrador, tomo I página 439
     [4] Valladolid, recuerdos y grandezas, tomo I, página 276
     [5] Hist. del Hosp. Psiquiátrico, página 49
     [6] Enrique García Martín.
     [7] Catástro Marqués de la Ensenada.





viernes, 19 de abril de 2013

22 de Agosto de 1578


El Valladolid noble
Ya apuntaba Dña Eloísa García de Wattenberg, en su pregón de la Semana Santa de 1.976, que a lo largo del  Siglo XVI ya se habían conformado las 4 cofradías de disciplinantes de Valladolid

“.. En el siglo XVI, momento que marca la culminación de la primacía artística y política de la ciudad, hubo cuatro Cofradías de disciplinantes. Parece que fuera la de la Vera Cruz la más antigua y a ella siguiesen las de la Piedad, Pasión y Angustias. Pero las dos primeras, que hoy tienen vida notable, perdieron entonces a poco su importancia, aunque llegaron a resurgir...”

Es evidente por tanto que todas la hermandades datan de antiguo, y está más que claro que el inicio del Siglo XVI es el punto de partida de casi todas ellas.
Que después no hubo documentación al respecto que certifique estas fechas, también es una realidad, todas parten en su mayoría del primer dato encontrado o de su primera regla redactada. 

Por eso las 4 cofradías, a lo largo de esa centuria tratarán de redactar y fijar sus Regla de Hermandad. Los Nazarenos lo harán a finales de siglo, aún así las 5 hermandades sienten la necesidad de organizarse a nivel interno.

Fue el 22 de Agosto de 1578 cuando la Piedad lo certificó por escrito. Don Narciso Alonso Cortés tuvo la brillante idea de recoger dicho momento en su Miscelánea Vallisoletana.
De qué fuentes bebió, o dónde se documentó, es una incógnita. 
Lo que es cierto es que gracias a él sabemos concretamente la fecha de esa primera Regla.
Y es un dato de una importancia vital para la cofradía.

Hoy en pleno 2013, afortunadamente, la Piedad ha visto como su nueva Regla, por cierto aprobada ya hace meses en Cabildo y todavía no rubricada por el Arzobispado, ...tantas prisas y en esas estamos..., al menos no lo han notificado..., recoge dicho dato esencial para afrontar su futuro y para recobrar su pasado.

Así se expresa en su artículo 2º:

"Esta Muy Ilustre Cofradía Penitencial, cuya primera regla data del 22 de Agosto de 1578, está establecida canónicamente por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo D. Remigio Gandásegui, en la Iglesia de San Martín y San Benito el Viejo de Valladolid..." 
     
Fray F. de Zúmel
Volviendo al año 1578, a aquel 22 de Agosto, el prior o abad entonces del convento Mercedario, Fray Francisco de Zúmel, (figura relevante de la España religiosa de la segunda mitad del siglo XVI, no obstante fue ministro general de la Orden de la Merced y escritor en Latín de numerosas obras, muchas de ellas se encuentran todavía inéditas en la biblioteca Vaticana), intervino de manera muy directa en la redacción de la 1ª norma estatutaria de la Piedad.

Sin duda que un personaje así estuviese presente en la formación de esa regla debió suponer todo un orgullo y satisfacción para los cofrades de aquella época.

Así se reflejó en aquel año de 1578:

“...estando juntos el comendador, frailes y convento del monasterio de la Merced, y hallándose presente el Ilustrísimo y Reverendísimo señor fray Francisco de Zúmel, generalísimo de la Orden, hizo éste saber que los diputados, mayordomos a cofrades de la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad, que agora nuevamente se ha hecho y fundado en esta dicha villa de Valladolid, pretenden ser hermanos de la dicha orden de Nuestra Señora de la Merced e yncorporarse con la dicha orden e con este dicho monasterio de nuestra señora de la Merced y tener en el dicho monasterio su capilla donde poder enterrar sus difuntos e sala y aposento donde poder hacer sus capítulos particulares y generales e a donde poder tener sus ynsignias...”.

Sobre esto se hizo un concierto entre el convento y los cofrades, en cuya escritura hay muchos pormenores sobre el particular. Consta que en el “principio de la fundación de dicha confradia de la Piedad los dichos cofrades de la dicha confradia salían e salieron con la dicha su procesión de disciplina de el dicho monasterio de Nuestra Señora de la Merced el savado Santo en la noche, mas después de passados algunos años mudaron la dicha procesión de disciplina al dicho Viernes Santo de cada un año”

Después se empezó ya sí a caminar, han transcurrido años y siglos y en el devenir de ellos se conformó nuestra historia.
Historia que ahora, en elinicio del Siglo XXI,  nos toca continuar y saber transmitir.
Esa es nuestra misión.
¿Sabremos hacerlo?




     [1] Eloisa García de Wattenberg: Sermón 1976
     [2] Miscelánea vallisoletana, tomo III, página 534

martes, 16 de abril de 2013

Dos Presos y Artistas.


DOS PRESOS POLÍTICOS, ARTISTAS,
Y SUS PINTURAS MERCEDARIAS EN SENDAS CÁRCELES ESPAÑOLAS

Mario ALONSO AGUADO

             La advocación mariana de la Merced o de las Mercedes, nacida en la Edad Media, experimentó un notable auge en la posguerra española. Tras finalizar la contienda de 1936 surgieron agrupaciones de ex-cautivos que crearon nuevas cofradías y hermandades, muchas de ellas de carácter penitencial, que fueron puestas bajo el patrocinio de la Madre Redentora. 

Pintura de la Cárcel de Burgos.
Por otro lado, la Virgen de la Merced, nombrada oficialmente patrona de las prisiones (en 1939), era invocada por los presos que ansiaban libertad dentro de los muros carcelarios. Existía, y aún existe hoy en determinados lugares, la costumbre de liberar a un preso con motivo de las fiestas de la Pascua. En medio de solemnes procesiones de la Semana Santa alguna cofradía o hermandad, de marcado carácter mercedario, se encarga de llevar a cabo este acto liberador.
            A continuación presentamos dos casos curiosos, representativos de una época, exponentes claros de una mentalidad en la que operaba una falta de libertad y un control férreo sobre las ideas. Se trata de dos presos políticos, artistas ambos, que en pleno franquismo decoraron con pinturas murales, de temática mercedaria, las cárceles de Barcelona y de Burgos. Uno es andaluz; el otro, vasco.

1. Barcelona: Helios Gómez y la Capilla Gitana de la Virgen de la Merced.
            Gitano, andaluz, trianero, poeta, anarquista, celebrado cartelista e imaginativo muralista; todo esto, entre otras cosas, fue Helios Gómez Rodríguez, artista nacido en el barrio de Triana, en Sevilla, el 27 de mayo de 1905. Los numerosos años pasados en la cárcel le pasaron factura quebrantando su salud, murió en Barcelona el 19 de septiembre de 1956. Su obra es fiel reflejo del mundo social, cultural y político que le tocó vivir, aclamado y apreciado dentro y fuera de España. Jean Cassou ya opinó sobre él : “Es artista por ser revolucionario y revolucionario por ser artista, ambas caras se unen y engarzan en una misma persona: en un gitano joven. Sentimiento y fogosidad. Para él, pintura, vida y lucha es lo mismo. Va a la cárcel por dibujar”. 
En 1950, preso en la Cárcel Modelo de Barcelona, a instancias del P. Bienvenido Lahoz, mercedario capellán de prisiones y profundo pensador, decoró con pinturas murales la celda número 1 del primer piso en la cuarta galería. El artista pintó en las paredes una bella imagen de la Virgen de la Merced con rasgos agitanados y morenos, lo que valió a la estancia el sobrenombre de “Capilla Gitana”. La Virgen porta al Niño Jesús, éste agita en su mano derecha un molinillo de viento, signo inequívoco de libertad.  La genialidad de Helios aprovechó el encargo del capellán mercedario para denunciar la persecución y genocidio del pueblo gitano y reivindicarlo como nación histórica, equipando además el genocidio étnico con el ideológico. Para conseguir su objetivo, además de los rasgos calós de la Virgen, puso los mismos tonos negros y agitanados en los rostros de los presos y de los ángeles que le acompañan. Ángeles que danzan libremente al son de la guitarra, de la pandereta  o de las castañuelas; ángeles negros en clara alusión a la canción antirracista Angelitos Negros, popularizada en 1947 por el cantante cubano Antonio Machín: “Siempre que pintas iglesias / pintas angelitos bellos / pero nunca te acordaste / de pintar un ángel negro.”

Lamentablemente, hoy ya no podemos gozar de la visión de la Virgen de la Merced de Helios,  a no ser por viejas fotografías. Ya en 1960 quedó censurada y tapada la parte inferior, donde aparecían los penados. Y en 1998, aduciendo “razones de higiene”, una capa de pintura blanca la cubrió totalmente. Ahora diversas plataformas ciudadanas y distintas asociaciones culturales piden a gritos la restauración de las pinturas, de este corpus poético de resistencia y militancia.

2. Burgos: José Sarriegui y la Capilla Sixtina de la Libertad.
Culto, talentoso, rebelde y nacionalista, así recuerdan algunos a José Sarriegui Aldanondo; nacido en Ordizia (Guipúzcoa) en 1911. Su obra pictórica ha trascendido fronteras. Emparentado artísticamente con Arteaga, gozó de la amistad del escultor Jorge Oteiza y del pintor Nicolás Lekuona, representantes, todos ellos, de la nueva corriente artística procedente del País Vasco. En la Guerra Civil no dudó en alistarse como gudari del gobierno vasco, participando en el batallón “Amayur”. Tomó parte en algunas de las batallas del frente norte, capturado y juzgado sumariamente en 1937 fue condenado a la pena de muerte como autor de un delito de rebelión con agravante de peligrosidad. Conmutada la pena salió en libertad en 1943 y se instaló en Bilbao, allí pudo seguir con su pasión por la pintura, hasta que falleció en aquella ciudad en 1967.

Pintura - Cárcel de Burgos
            En 1942, estando interno en el Penal de Burgos, realizó once grandes pinturas de temática religiosa, teniendo como eje central a la Virgen de la Merced, con San Pedro Nolasco y los principales santos mercedarios. Junto a ellos: la Última Cena, la Coronación y apoteosis de la Virgen, la Anunciación, el Nacimiento de Cristo, la Sagrada Familia, la Oración en el Huerto, los Cuatro Evangelistas… En estas obras se aleja un tanto del estilo renovador y vanguardista que había caracterizado su obra anterior ya que debió ajustarse a los cánones estéticos solicitados, tanto por la autoridad penitenciaria como por las Hermanas Mercedarias de la Caridad que atendían la prisión. A pesar de todo, Sarriegui volcó en estas pinturas toda su formación clásica logrando un conjunto uniforme y valioso: pensemos en los pliegues de los hábitos mercedarios pintados, en las expresiones contenidas de los rostros de los santos, en el sosiego que transmiten sus figuras, en la acertada y estudiada composición, en el cromatismo de estas imágenes casi naïf… Como bien señala Ignacio Alonso Erraste, su biógrafo: “La obra, valorada en su concreto momento histórico y personal, presenta gran interés. El crítico o estudioso haría mal en valorar este trabajo de un modo aséptico, sin reparar en su contexto y ubicación. Un contexto personal complejo, unas directrices determinadas, un control exhaustivo, una persona privada de libertad, unos materiales pésimos, unas condiciones de trabajo nefastas, un estado físico deplorable, una pérdida de visión y de tacto, entumecimiento generalizado, y en concreto, dedos y manos atrofiados por la humedad que no responden con la mínima destreza a las órdenes de un cerebro también en horas bajas, son variables que deben ser tenidas en cuenta para apreciar este proyecto mural.”

Ahora, la antigua capilla cobra nueva vida al haber sido reconvertida en la sala de reuniones y juntas de la cárcel burgalesa. Recientemente un interno artista, que prefiere permanecer en el anonimato, ha restaurado con mimo y maestría el conjunto de pinturas, logrando una estancia agradable y luminosa. Diversos medios de comunicación social de la ciudad de Burgos se han eco de la restauración de los murales, valorando el conjunto de las pinturas, y no han dudando en denominarlas como “Capilla Sixtina de la Libertad”.
            

viernes, 12 de abril de 2013

Desde 1550 hasta la redacción de la 1ª Regla: La estancia en la Ermita de San Roque.




...A partir de la disputa con la Vera Cruz, la Piedad empezó a realizar su procesión de penitencia el Sábado Santo. Esto ocurrió durante varios años, es posible que hasta 1585, durante este teimpo la procesión se hacía en la mañana del sábado.
Así lo supone Narciso Alonso Cortés en si "Miscelánea". Puesto que no hay más datos para poder contrastar.

Cambiando de tema, Casimiro Gª Valladolid ofrece en su obra "Valladolid, recuerdos y grandezas", un dato cuando menos erróneo. Apunta que: 

“Desde muy antiguo, año 1550, existió también en Valladolid la iglesia Penitencial de la Piedad, la cual se levantaba en la que hoy es calle de su nombre (a primeros del Siglo XX se denominada calle de la Piedad y que en la actualidad constituye el primer tramo de López Gómez),de cuyo templo aún se conservan en pie algunas de sus paredes" 

Es dato conocido que la Iglesia de la Piedad no se inaugura hasta el 19 de Agosto de 1662, por lo que es imposible que en 1550 existiera dicho Iglesia Penitencial en Valladolid. 
La única razón que explique al menos el error es que Don Casimiro, contemporáneo de la época en que la Piedad estaba establecida en San Antón, considerase a esta Iglesia como propiedad de la Piedad desde sus inicios.
Ya que el templo antoniano pasó de ermita a templo hacia 1535 - 1540, pues fue agrandada, construyéndose una capilla mayor y crucera. La obra la ejecutó Pedro Henestosa para Don Mateo de Taxis, el cual fundó el 13 de Marzo de 1535 el mayorazgo de los Vizcondes de Valoria. Es posible por tanto que esto conllevara a no dar del todo un dato exacto.

Y es posible también que hubiera podido contemplar pequeños restos derribados del templo de la Piedad por la calle López Gómez.

En fin un dato más.

Otro dato es, y éste si se acerca más a la realidad histórica, la más que posible estancia de la cofradía de la  Piedad, tras la marcha de los Genoveses de Valladolid, en la ermita de San Roque por un espacio corto de tiempo.
Parece ser que de este trato se tomó nota y constancia ante un escribano. Además los cofrades siguieron realizando su labor caritativa.

Así lo reflejaron tanto Antolinez de Burgos, como Matías Sangrador:

“Al mudarse la corte, en tiempos del emperador la cofradía de los Genoveses se deshizo, y poco después algunos vecinos de Valladolid se juntaron y la fundaron de nuevo en la ermita de San Roque, fuera del Puente Mayor, ermita que posteriormente pasó a formar parte del convento de Nuestra Señora de la Victoria. Los cofrades dieron a los religiosos, de la orden de los Mínimos, la ermita de San Roque con el beneplácito de la villa, reservándose para sí la capilla mayor, una sala y un vergel, lo cual consta mediante escritura otorgada ante Antolín de Villarroel, escribano de número, tomando posesión en 1 de enero de 1.544 ante el escribano Lázaro de Ovalle, posteriormente se concertó con los cofrades el 17 de septiembre de 1.595, ante el escribano y notario Amador de Santiago, que estos dejaran la capilla mayor y todo lo demás mediante el pago de una cantidad económica, también manifestado por Matías Sangrador quien además agrega que no obstante de estas cesiones los cofrades de San Roque celebraban allí sus fiestas.



Manuel Canesi también apunta este mismo dato:

“El convento consagrado a Nuestra Señora de la Victoria, extramuros de Valladolid, que es de la orden de los padres Mínimos de S. Francisco de Paula, y el segundo que se fundo en la provincia de Castilla la Vieja, tiene su situación fuera del puente mayor, en una ermita que antiguamente estuvo dedicada al glorioso S. Roque. Y hay opinión que, en su principio fue hospital, y cuando se la entregaron a los religiosos lo era con el título de este Santo, para curar llagas canceradas y pestilentes, cuya limpieza y aseo de su culto corría a cargo de una ilustre cofradía de su advocación, enriquecida hasta estos días; y con beneplácito de esta ciudad, se les dio la posesión de todo, reservando para si la cofradía la capilla mayor, una sala y un vergel, de que se otorgó escritura ante Antonio de Villarreal (o según otros Antonio Villareal), escribano del Nº.



[1] Valladolid, recuerdos y grandezas.
[2] Antolinez de Burgos.
[3] Matías Sangrador.
[4] Manuel Canesi Acevedo.

martes, 9 de abril de 2013

Reflexiones desde el capuchón...


Felices Pascuas.
Lo primero y primordial es tener clara una cosa: que Cristo sigue estando presente, 2000 años después, entre nosotros. Que aquellos días que conmocionaron a Jerusalén, allá por el año 30, nos siguen haciendo que pensar hoy en día...y  seguimos celebrándolos y recordándolos año tras año, cuando llega la Semana Santa.

Y desde luego que no podemos entender la Resurrección de Cristo si antes no hemos vivido con Él, su amor, su servicio, su pasión y su muerte. Y sobre todo su Resurrección, que es lo esencial y lo verdaderamente importante.
Y es lo que nos tiene que hacer vivir la vida de otra manera, es decir, a su manera, a la manera de Jesús.
Sin ningún tipo de duda, los cristianos debemos distinguirnos por esto, por saber llevar su mensaje allá donde estemos. 
Y nuestro ejemplo es esencial.

Y ya pasó la Semana Santa 2013.
Quizás sea la peor de los últimos años, si nos referimos al tiempo, esto está más que claro. Aunque es evidente, también, que esta sensación de desastre se ha agrandado tras dos años anteriores, también nefastos. Nos estamos refiriendo, claro está, al tema de las suspensiones procesionales. Más o menos la mitad no salieron, y de las que salieron, muchas vieron acortado su recorrido.

Y luego está el tema tan debatido en todo Valladolid,  el de la procesión del Viernes Santo. No seremos, desde aquí, los que digamos lo que hay qué hacer y qué decisiones tomar. Aunque si llueve poca cosa se puede hacer.
Está claro que hay pocas opciones y  que las que había, o las que hay, todas las cofradías las han realizado: actos de oración, iglesias abiertas, poder ver tallas y pasos,… aunque faltan los del Museo, pero…

Y siempre queda la opción del Sábado Santo, ¿sería viable?, ¿todas las partes implicadas lo verían bien?, Precedentes históricos hay, pero…

Por otro lado está a nivel particular, nuestra cofradía.
Si analizamos lo ocurrido esta Semana Santa en las procesiones de nuestra hermandad, tenemos dos formas de afrontarlo.
Por un lado si vemos el lado positivo, hemos de decir que se han podido celebrar, es decir, que han podido salir a la calle y eso es todo un éxito tras lo visto: la del Miércoles Santo en su totalidad, y la del Jueves Santo, a medias, pues se tuvo que acortar el recorrido, ante el riesgo de lluvia.

Otra cosa muy distinta es cómo se han desarrollado.
Al parecer y así consta, el Miércoles Santo había riesgo de lluvia, y no es comprensible que sea el año que más se tarde en realizar la procesión. Se empieza tarde y se acaba tarde, no es que estemos pendientes del tiempo, pero si se ve que ha estado lloviendo todo el día y parece que puede llover en cualquier momento habrá que tomar precauciones y quizás aligerar un poco el ritmo de la misma, con esto no estamos diciendo que haya que correr.
Y otro apunte, a lo largo de este recorrido, no hay, si exceptuamos la Iglesia de San Pedro Apóstol, un lugar dónde resguardarse si la lluvia hace acto de presencia.

Se comenzó a salir casi media hora después del horario fijado. Creo que si aparece reflejado en el programa oficial que la procesión comienza a las doce, debe comenzar a las doce. Si hay que realizar algún acto previo, como el canto del Miserere, éste debe empezar antes.
En todo caso, el recorrido de esta procesión, que si que tuvo su sentido hace 50 años, ahora deja de tenerlo. 

Y respecto a la del Jueves Santo, aquí si que se acortó el recorrido ante el riesgo inminente de lluvia, de hecho hubo una ligera llovizna durante diversos momentos. 
Lo que no es de recibo es la absoluta desorganización que reinó al decidir que se volvía a San Martín, tras el acto del Clínico.

Si llueve y se suspende el recorrido por este motivo, habrá que aligerar el paso y poner a buen recaudo a imágenes y cofrades. No tardar una eternidad, en torno a 20 minutos desde la esquina de San Martín al templo. Deshaciéndose del todo la planta procesional…

Por cierto a los cofrades se nos deja a un lado siempre, se nos arrincona y muchos, por no decir todos, ni oyen ni escuchan lo s actos programados.
Otra procesión que tuvo su sentido hace muchísimos años, pero que ahora ha dejado de tenerlo. No sólo en recorrido, sino en algunos de sus aspectos.

Llegará la Semana Santa 2014.
Ojalá que no llueva, que el tiempo nos de un respiro, que la primera luna llena de la primavera sea benigna con cofrades y cofradías. Que el líquido elemento no haga acto de presencia.
Y que Valladolid vuelva a contemplar su Semana Santa en todo su esplendor.
Y a quien corresponda, que se tomen las decisiones acertadas y adecuadas por el bien de nuestra Semana Grande y Mayor.