viernes, 19 de abril de 2013

22 de Agosto de 1578


El Valladolid noble
Ya apuntaba Dña Eloísa García de Wattenberg, en su pregón de la Semana Santa de 1.976, que a lo largo del  Siglo XVI ya se habían conformado las 4 cofradías de disciplinantes de Valladolid

“.. En el siglo XVI, momento que marca la culminación de la primacía artística y política de la ciudad, hubo cuatro Cofradías de disciplinantes. Parece que fuera la de la Vera Cruz la más antigua y a ella siguiesen las de la Piedad, Pasión y Angustias. Pero las dos primeras, que hoy tienen vida notable, perdieron entonces a poco su importancia, aunque llegaron a resurgir...”

Es evidente por tanto que todas la hermandades datan de antiguo, y está más que claro que el inicio del Siglo XVI es el punto de partida de casi todas ellas.
Que después no hubo documentación al respecto que certifique estas fechas, también es una realidad, todas parten en su mayoría del primer dato encontrado o de su primera regla redactada. 

Por eso las 4 cofradías, a lo largo de esa centuria tratarán de redactar y fijar sus Regla de Hermandad. Los Nazarenos lo harán a finales de siglo, aún así las 5 hermandades sienten la necesidad de organizarse a nivel interno.

Fue el 22 de Agosto de 1578 cuando la Piedad lo certificó por escrito. Don Narciso Alonso Cortés tuvo la brillante idea de recoger dicho momento en su Miscelánea Vallisoletana.
De qué fuentes bebió, o dónde se documentó, es una incógnita. 
Lo que es cierto es que gracias a él sabemos concretamente la fecha de esa primera Regla.
Y es un dato de una importancia vital para la cofradía.

Hoy en pleno 2013, afortunadamente, la Piedad ha visto como su nueva Regla, por cierto aprobada ya hace meses en Cabildo y todavía no rubricada por el Arzobispado, ...tantas prisas y en esas estamos..., al menos no lo han notificado..., recoge dicho dato esencial para afrontar su futuro y para recobrar su pasado.

Así se expresa en su artículo 2º:

"Esta Muy Ilustre Cofradía Penitencial, cuya primera regla data del 22 de Agosto de 1578, está establecida canónicamente por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo D. Remigio Gandásegui, en la Iglesia de San Martín y San Benito el Viejo de Valladolid..." 
     
Fray F. de Zúmel
Volviendo al año 1578, a aquel 22 de Agosto, el prior o abad entonces del convento Mercedario, Fray Francisco de Zúmel, (figura relevante de la España religiosa de la segunda mitad del siglo XVI, no obstante fue ministro general de la Orden de la Merced y escritor en Latín de numerosas obras, muchas de ellas se encuentran todavía inéditas en la biblioteca Vaticana), intervino de manera muy directa en la redacción de la 1ª norma estatutaria de la Piedad.

Sin duda que un personaje así estuviese presente en la formación de esa regla debió suponer todo un orgullo y satisfacción para los cofrades de aquella época.

Así se reflejó en aquel año de 1578:

“...estando juntos el comendador, frailes y convento del monasterio de la Merced, y hallándose presente el Ilustrísimo y Reverendísimo señor fray Francisco de Zúmel, generalísimo de la Orden, hizo éste saber que los diputados, mayordomos a cofrades de la cofradía de Nuestra Señora de la Piedad, que agora nuevamente se ha hecho y fundado en esta dicha villa de Valladolid, pretenden ser hermanos de la dicha orden de Nuestra Señora de la Merced e yncorporarse con la dicha orden e con este dicho monasterio de nuestra señora de la Merced y tener en el dicho monasterio su capilla donde poder enterrar sus difuntos e sala y aposento donde poder hacer sus capítulos particulares y generales e a donde poder tener sus ynsignias...”.

Sobre esto se hizo un concierto entre el convento y los cofrades, en cuya escritura hay muchos pormenores sobre el particular. Consta que en el “principio de la fundación de dicha confradia de la Piedad los dichos cofrades de la dicha confradia salían e salieron con la dicha su procesión de disciplina de el dicho monasterio de Nuestra Señora de la Merced el savado Santo en la noche, mas después de passados algunos años mudaron la dicha procesión de disciplina al dicho Viernes Santo de cada un año”

Después se empezó ya sí a caminar, han transcurrido años y siglos y en el devenir de ellos se conformó nuestra historia.
Historia que ahora, en elinicio del Siglo XXI,  nos toca continuar y saber transmitir.
Esa es nuestra misión.
¿Sabremos hacerlo?




     [1] Eloisa García de Wattenberg: Sermón 1976
     [2] Miscelánea vallisoletana, tomo III, página 534

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