viernes, 9 de noviembre de 2018

ISABEL MADRE DE AMÉRICA.


ISABEL MADRE DE AMÉRICA.
LO RECIBIDO Y APORTADO EN LA IGLESIA Y EN LA CULTURA.

Dña. Bertha Bilbao Richter.

(UCA Bs. As. Argentina; y vicepresidenta del Instituto de literatura y cultura hispánica, con sede en California y Buenos Aires).

Lo primero, porque es de justicia, resaltar la figura de Doña Bertha, sin su determinación y su valor, allá por 1956, hoy quizás no estaríamos aquí tratando la santificación de la Reina Isabel.
A continuación reproducimos las palabras del postulador de su causa, en su inicio, don Vicente Rodrígues Valencia, para destacar la trascendental importancia de la carta que en su día Doña Bertha envió al entonces papa Pío XII:

"En 1956, en la fecha del 12 de octubre, doña Bertha Bilbao escribió una extensa carta al Papa Pío XII, de la que puedo entresacar algunas líneas; porque quizá ignora la misma interesada que esta su carta está hoy en mis manos, y, desde entonces en manos del Sr. Arzobispo García Goldáraz; de Roma la enviaron a Valladolid con una indicación al dorso que dice: 
“Postulatoria per Regina Isabella d’Spagna”. 

Una original postulatoria sin proceso abierto. Primera y pionera de las Postulatorias. He aquí unas líneas de esta carta, cuya autora, lo hemos sabido ahora, tenía entonces dieciocho años de edad:

“El cristianismo lo llevo profundamente arraigado en el corazón” “hace muchos años que pienso, medito y pido a Dios... para que se cumpla un acto de justicia con la mujer que mayor gravitación ha tenido en los destinos de la Humanidad; me refiero a la Reina Isabel la Católica, cuyo solo recuerdo, estoy segura, conmoverá las fibras más delicadas de su corazón” “quedo en paz con mi conciencia al implorar este mi pedido”.

Unos meses más tarde, 20 de febrero de 1957, escribe al Sr. Arzobispo de Valladolid: “después de haber sondeado ante diversas Cancillerías hispanoamericanas y por indicación de la Cancillería Argentina, tengo el alto honor de dirigirme a su Ilustrísima, para pedirle muy respetuosamente, quiera iniciar los trámites legales para la canonización…” “puede decirse que un Continente ha sido producto de la fe de la Reina Isabel y que veintiuna Naciones libres, soberanas, independientes y democráticas… han heredado su Religión y la veneran como a la Reina Madre de América”.

 El Sr. Arzobispo, don José García Goldáraz, nos dijo particularmente varias veces, y públicamente en Medina del Campo en 1966, que a pesar de las instancias que estaba recibiendo por entonces en España con este mismo fin, la carta de la señorita argentina Bertha Bilbao, le había inclinado definitivamente a iniciar esta Causa; es decir, a hacer los sondeos que hizo en Roma ese mismo año de 1957 con motivo de su visita “ad Limina” que dieron por resultado la apertura de la Causa en Valladolid, en mayo de 1958. 

Fue esta una carta de la entrañable América, la gota que llenó el vaso. Por mi parte, cuando en noviembre del 71, terminada la Causa Histórica, se abría el Proceso Ordinario en Valladolid, con estas cartas y dirección postal en las manos, escribí a doña Bertha Bilbao, por si pudiéramos localizarle y rogarle quisiese testificar todas estas cosas en el Proceso Rogatorial de su diócesis de Salta. Habían pasado quince años desde su carta al Papa... Vicente Rodríguez Valencia".

Hoy 16 de Octubre de 2018... 62 años. Aquí está su conferencia:


Isabel la Católica es un instrumento de la gloria de Dios, como Reina de España y como mujer, esposa y madre. 

El 12 de Octubre de 1956 pedí la canonización  para Isabel. Han pasado 62 años desde entonces, entonces lo hice por un impulso emocional, hoy, tras el paso del tiempo, lo vuelvo a hacer desde una profunda reflexión y desde una visión más amplia; teniendo en cuenta todo el proceso y todo el estudio histórico que se ha hecho con rigor. Y sin saber cómo y por qué no se acomete su causa, imploro a Isabel el perdón para quién obstaculiza su beatificación, porque tiene que ser Santa.

Con ella, con su persona, se logra trazar un puente entre dos mundos, entre España y América, pues con ella y con el paso del tiempo se ha conseguido la unión del mundo hispánico por su historia común y su cultura, y sobre todo para acercar a estos pueblos la paz necesaria.

De Isabel hemos recibido todo un legado, que es de suma importancia para nuestro mundo actual. Ella en su momento histórico promulga leyes e imparte justicia para todos por igual, respetando la libertad, la propiedad y solidaridad de sus vasallos y súbditos. Y es que Isabel es la que forja en sus inicios la concepción del estado actual.

El cristianismo rigió su vida y su fe. Sin ninguna duda, influyó en ella para llevar a  cabo los proyectos en su reinado;  y es que este cristianismo jugó en ella un papel aglutinador: entre razón y fé, entre sabiduría e inspiración, llevando a Castilla al mayor esplendor de su historia. Por tanto esos proyectos siguen estando muy presentes hoy en día. España tuvo desde Castilla su destino histórico y un papel fundamental en la historia del mundo.

Una vez me entrevistaron sobre la persona de Isabel de Castilla, esto fue lo que respondí sobre ella.

 ISABEL de CASTILLA:

.-Aceptó la vida que le tocó vivir, asumiendo los procesos de su propia historia personal, desde el punto de vista de mujer cristina. Y es que ella fue mujer, mujer destinada a ser Reina de Castilla.   
Una vez llegó al poder apostó por el acuerdo y el diálogo con los nobles y principales oponentes al inicio de su reinado para acercar posturas y llegar a acuerdos por el bien de Castilla.

.-Fundamentó su reinado en la fe en Cristo para llevarlo a la perfección. Y es que ella respetó siempre a la Iglesia y las decisiones que ésta tomaba, aún no estando de acuerdo en muchas de ellas. Digamos que Isabel fue una liberal moderada.

.-Ayudó a Cristóbal Colón a conseguir la hazaña más extraordinaria, el descubrimiento de un nuevo mundo. La unión de ambos personajes para tan excelsa hazaña fue por inspiración divina, estaban destinados a cambiar el orden del mundo. Y es que debemos valorar a España por ser pionera en el derecho de gentes, precursor de los actuales derechos humanos.

.-Hoy tiene una legión de enemigos por esas decisiones, que muchos desconocen, y que se tomaron en otros tiempos y bajo otras formas de entender la vida y el mundo. Y es que ella fue capaz de analizar el pasado y anticiparse al futuro que estaba por venir. Fue una mujer adelantada a su tiempo, muy valiente, que escucho a sus consejeros,  reflexionando sus propias decisiones.

.-Fue un instrumento de la providencia, austera, seria, formal, comprensiva, tolerante, valiente, humilde, sencilla. No se vanaglorió de sus victorias, no fue soberbia. Fue defensora de la mujer y de su educación.

.-Comprendió la cultura de la época, el humanismo, creando una atmósfera de cultura en la Castilla de la segunda mitad de siglo XV.

Supo ver la importancia del castellano, como vehículo del pensar y del sentir y como nexo de unión entre todos los pueblos de España y luego de América. Educó a sus hijos en el humanismo de la época; y fue tan sorprendente e innovadora la educación que se empezaba a impartir en la España de entonces, que ya el mismo Erasmo de Rotterdam alabó la cultura española.  

Le debemos la creación de escuelas palatinas, el que humanistas italianos se acercasen a la Corte de Castilla y colaborasen en su reinado: Pedro Mártir de Anglería y Lucio Marineo Sículo son dos buenos ejemplos de ello. Fomentó la educación igualitaria entre hombres y mujeres, y se apoyó en mujeres relevantes de la época para realzar su importancia y su figura: Beatriz de Silva, Teresa Enríquez, Beatriz Galindo… entre otras muchas.

Favoreció el estudio y el desarrollo de las universidades de Valladolid y de Salamanca, creo la de Alcalá de Henares y los estudios de los colegios de Santa Cruz y San Gregorio en Valladolid, también fundó en Ávila, Barcelona y Santiago de Compostela.

Permitió la edición de Libros. Fue nuestra Reina una ferviente protectora de las artes y las letras. Ayudó a difundir la cultura y el saber con la aparición de la primera imprenta en Valladolid, ayudó al Marqués de Santillana y encargó a Antonio de Nebrija la primera gramática del Castellano, donde el autor expresa con un refinado léxico el agradecimiento a la reina en su prólogo de 1492, año para la historia de España y del mundo.

Facilitó traducir los evangelios al castellano. Además las leyes de orden civil, es decir las ordenanzas Reales las compiló y las editó en 1485.

.-Isabel aporta sabia nueva a su época. En ese momento histórico se da una visión reformadora, aportando una nueva exégesis histórica, teológica y cultural, en cierta medida es un signo evidente, pues comenzó a tender puentes  y lazos entre España y América desde finales del medievo y el siglo XXI actual. Esto nos tiene que llevar a profundizar en la historia de los Reyes Católicos, analizar los hechos de su reinado, ver cómo ocurrieron realmente, ser honestos y sinceros con la verdad histórica. No ser partícipes y cómplices de la infame leyenda negra que quiere destruir nuestro pasado y nuestros logros.

.-Isabel junto a Fernando unió Castilla con Aragón, sentó las bases de la España actual, es más, contra viento y marea ayudó a Cristóbal Colón a cumplir un sueño inimaginable, encumbrando a Castilla a lo más alto de su historia. Fue una mujer católica, vivió como una Santa y eso ha hecho crecer su fama de santidad; por tanto debemos fomentar y pedir para que su causa de santidad llegue a donde todos anhelamos.
Y es que fue una mujer Santa toda su vida, porque vivió en permanente santidad.

AMERICA HOY:

En América la modernidad actual es posible gracias al humanismo español de entonces.
Actualmente se ha generado un debate al otro lado del océano donde los expertos se preguntan si España hizo lo correcto en aquellos siglos, si allá ahora son merecedores de una nueva cultura. Si además se respetó el mestizaje y si se evangelizó libremente en la religión cristiana.

Es preciso resaltar la figura de Isabel, pero también es de justicia poner de manifiesto el trabajo que en pos de la libertad y del respeto de los indios que hicieron otros muchos, como Bartolomé de las Casas. Él fue quien en cierta medida organizó y trató de frenar los abusos que se dieron. Como en toda obra humana a lo largo de la historia, los hombres cometen errores indignos, pero hemos de poner de manifiesto que la empresa española en América fue lo más parecida a un ejemplo de virtud moral.

Fray Bartolomé, fraile dominico, fue primero conquistador; y arrepentido por lo que pudo ver se hizo ferviente defensor de los indios. 
Fue el pionero del derecho de gentes que ya dejó por escrito Isabel en su testamento. Y es que hoy en día podemos ver los muchos modos de mestizaje que entonces se produjeron, no hubo un exterminio como muchos piensan. Cosa que por cierto se ve en las colonizaciones de ingleses o franceses. En el caso español fue una fusión integradora. En la sociedad de allá hoy en día existe un arraigo común con España, por medio de la religión cristiana y por el idioma español.

El Hispanoamericano, que no iberoamericano ni latinoamericano, se siente fusionado y unido con España. La religión y el idioma dinamizan y engarzan la sociedad americana hoy en día desde la tierra del fuego hasta la baja california. Y esto es gracias al humanismo español del siglo XVI, hasta allí, desde España, se llevan modelos de ciudades, arquitectura de la época, organización social y política, se crean universidades, colegios, hospitales, conventos e iglesias, en definitiva se hizo una extraordinaria labor en pos de la sociedad indígena, mestiza y criolla.

Lo que en España se enseñó entonces por medio de P.M. de Anglería, L.M Sículo, Hernando de Talavera, Cisneros o Beatriz Galindo se enseñó con otros en América y se desarrolló entonces un orden moral y una orientación ética, que hoy en día sigue existiendo.

La Reina Isabel fue madre España y luego de América, ella fue sobre todo un ejemplo de bondad y caridad. Fue Reina al servicio de todos los suyos, es decir, del prójimo. 

Con el tiempo su figura se ha hecho perpetua y con su legado podemos observar hechos históricos que permanecerán para siempre en la eternidad. Y es que Isabel llevó a cabo un sueño: su propio sueño, que fue querer y amar a su Reino y ayudar a todos sus pueblos a crecer y prosperar dentro de un orden moral al que ella debía total obediencia y respeto: Cristo y su Iglesia.

Concluyo pidiendo lo siguiente:
Quiero que Isabel sea la mediadora desde un altar para esta bendita tierra: España y América. Reclamo su santidad, es necesaria por justicia divina.



Dña. Bertha Bilbao Richter.


                                             Valladolid, Martes 16 de Octubre de 2018.

miércoles, 31 de octubre de 2018

SIMPOSIO INTERNACIONAL "ISABEL LA CATÓLICA Y LA EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA"


I SIMPOSIO INTERNACIONAL ORGANIZADO POR LA COMISIÓN ISABEL LA CATÓLICA DEL ARZOBISPADO DE VALLADOLID.
VALLADOLID, 15 – 19 de OCTUBRE de 2018.
"ISABEL LA CATÓLICA Y LA EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA”

El pasado 15 de Octubre dio comienzo en el colegio de los Agustinos Filipinos de Valladolid el primer simposio internacional sobre Isabel la Católica, organizado por la comisión que llevaba su nombre y que depende del Arzobispado de Valladolid. 
El objetivo es seguir estudiando y profundizando en la vida de la Sierva de Dios para que, en un espacio de tiempo no muy largo, su causa de santificación sea tenida en cuenta y retomada de nuevo en Roma, y así la Reina Isabel sea llevada a los altares.

Mientras llega ese momento se nos invitó a todos los presentes, por parte del postulador de su causa, y que allí nos reunimos esos días a pedir y rezar por la Reina.

De todas formas y mientras esperamos la publicación de las actas con todas las ponencias, iremos poniendo poco a poco en este blog las que buenamente pudimos ir recogiendo y de las que pudimos tomar algún apunte.

Evidentemente son eso apuntes de las conferencias, con las lagunas que ello pueda conllevar, pues efectivamente las charla son mucho más completas y más enriquecedoras escuchadas in situ.

A continuación os dejamos con la ponencia que abrió el congreso en la tarde del lunes 15 de Octubre y que fue pronunciada por la profesora de la Universidad de Valladolid Doña María Isabel del Val Valdivieso. 


“ISABEL MUJER, CATÓLICA”
(Dª Mª Isabel del Val Valdivieso, Universidad de Valladolid)

INTRODUCCIÓN:

Detrás de la persona de Isabel de Trastámara y después de la de Reina Isabel I de Castilla se encuentra la figura sobresaliente de la mujer como tal. Fue mujer de su época. Y es que la vida en el siglo XV era muy diferente, tanto en la forma de concebir el mundo como la de entender la sociedad.
Hay que partir de la base de que para comprender este momento histórico tenemos que tener muy presente que el cristianismo vertebraba el orden social, el orden político y la unidad de los reinos cristianos de la península ibérica, es decir, de Castilla, de Aragón y de Portugal. Y que será fundamental para entender el porqué de las numerosas decisiones  políticas  que por el bien del reino tomaron y adoptaron los Reyes Católicos entre 1474 y 1516.

ISABEL LA CATÓLICA.

Nació un 22 de Abril de 1451, Jueves Santo, en la villa abulense de Madrigal de las Altas Torres. Juan II, su padre y Rey de Castilla, lo comunica a pueblos, villas y ciudades del reino, proponiendo que se celebren fiestas por tan feliz acontecimiento.

Entre 1453 y 1454 se produjeron tres hechos que posiblemente, aun siendo niña, Isabel percibiría muy de cerca en la corte de su padre.

A nivel internacional la toma de Constantinopla por los turcos, hecho que causó una gran conmoción en toda la cristiandad. Y desde entonces en Europa se empezará a sopesar muy seriamente la idea de combatir al infiel para defender la cristiandad.

Y a nivel nacional la conmoción por la muerte del hombre de confianza de Juan II, don Álvaro de Luna, condestable de Castilla y maestre de la orden de Santiago, ajusticiado en Valladolid el 2 de Junio.

Posteriormente también notaría, a los tres años de edad, la pérdida de su padre, ya que el 22 de julio de 1454, también en Valladolid, falleció el Rey Juan II de Castilla, sucediéndole en el trono, su hijo y hermanastro de Isabel, Enrique IV. Esto provocó que la Reina y madre de Isabel, la también llamada Isabel de Barcelos, se trasladase a la villa de Arévalo con sus dos hijos.

Es a partir de entonces cuando Isabel y su hermano Alfonso empezarán a ser instruidos por personas de notable valía y con una gran formación humanista, entre ellos don Gonzalo Chacón, contador mayor a quien Isabel llamaba afectuosamente “mi padre”, por todo el cariño que le profesó durante toda su vida.

Así pues desde Arévalo Isabel empezó a contemplar y a entender todo lo que sucedía en su amada Castilla. En 1455 vio cómo se desarrollaba la penúltima campaña contra Granada, hecho que luego influyó notablemente en ella como Reina.
Como se ha apuntado anteriormente Isabel tuvo una gran formación religiosa, ya no solo cristiana, circunstancia que marcaba el pensamiento de la época en todos los órdenes de la vida.  Y es que ella fue una mujer de una profunda vida interior, con una intensa vida espiritual y un amor ilimitado por Cristo.

Es por ello que durante esa segunda mitad del siglo XV también se formó convenientemente sobre judíos y musulmanes y su problemática en Castilla, sobre todo  por la necesidad del recto orden de las cosas. Y es que tener en los reinos de la Europa de entonces una misma fe, la cristiana, dentro de sus fronteras era una imperiosa necesidad. Esto la llevaría a tomar en 1492 la expulsión de los judíos, aun en contra de su pensamiento interno.

Tres  controvertidas  decisiones  políticas:

1.-La Inquisición (1480):

Sixto IV, el papa de entonces, con la bula “Exigit devotionis affectus”, (1 de Noviembre de 1478), propone a los Reyes Católicos que se actúe contra los judíos conversos. Será la propia Isabel la que consiga retrasar su puesta en marcha hasta el 27 de Septiembre de 1480, ¡dos años después!
Conviene no perder de vista a la hora de tratar la Inquisición, ya que estamos hablando de una forma de gobierno circunscrita al siglo XV y no al XXI, ni siquiera al XX.

2.-La expulsión de los judíos (1492):

Tenemos que partir del hecho de que en la época de los Reyes Católicos los judíos vivían bajo el amparo de la corona, se les valoraba notablemente por su valía en muchos aspectos, incluso por grandes servicios al reino. Muchas figuras notables del reinado de Isabel fueron conversos a su causa.
Desafortunadamente en esos años se desarrolló en la sociedad un ambiente hostil contra ellos, y si entonces tenían como premisa fundamental que el reino se articulaba política y socialmente desde la unidad en la fé verdadera, es decir, bajo el cristianismo; Isabel y Fernando lucharán por este objetivo sin ningún género de dudas.
Es por tanto que se llega a que el 31 de marzo de 1492 se promulgue el edicto de expulsión. Otro hecho que debemos obligatoriamente enmarcar en ese momento histórico y no ahora en pleno 2018.

Y es que sólo entendiendo el proceso como una cuestión política del siglo XV, se puede entender tal decisión; es seguro que en su fuero interno Isabel estaría en contra, pero que no tuvo más remedio que aplicarlo como norma de estado.

“…El judaísmo sería siempre la fuente que surtiría el criptojudaísmo; mientras la fuente estuviese allí el problema subsistiría. La decisión de la expulsión estaba imperada por exigencias del estado, con mayores razones que las que hoy existen en los delitos contra la seguridad del Estado y que se sustancian y se dan en los gobiernos actuales sin contemplaciones. El hecho fue religioso, pero fue también una inaplazable medida política exigida por la sociedad española de entonces y por el pueblo en sus instituciones más representativas, es más, la medida fue tan universalmente popular en toda Castilla y Aragón, que durante siglos fue tenida como uno de los grandes servicios que se les computa a los Reyes Católicos…”

Como conclusión se debe tener en cuenta que no hubo motivo racista o antisemita en ello; es imposible que lo fuera más que nada porque esta acepción es actual, en el siglo XV no existían tales vocablos.

No hubo intereses económicos, ni de atesorar sus bienes. Tampoco fue una persecución religiosa contra el judaísmo, sino todo lo contrario; la religión hebrea estuvo protegida por las leyes y gozó del favor de la Reina.
Sencillamente el edicto no fue de expulsión, ya que la comunidad judía residía en España por favor especial de los reyes desde siglos, se les consideraba “extranjeros tolerados”, con permiso de residencia, lo que se hizo fue no seguir manteniendo ese status, nada más.

3.-Conquista de Granada  y expulsión de los musulmanes. (1492 – 1502)

El 2 de Enero de 1492 España volvía a su status del año 711, se conquistaba el último reducto musulmán de la península. Una vez conseguido esto se promueve una campaña de conversión de los musulmanes que deciden quedarse, dirigida por el nuevo obispo de Granada, el confesor de la Reina, fray Hernando de Talavera, quien fuera prior del convento de Nª Sª de Prado de Valladolid.
Es justo reconocer que la animadversión hacia los musulmanes era menor que hacia los judíos, por este motivo fray Hernando estaba convencido de adoctrinarlos correctamente en la fe cristiana para que se diera en ellos una conversión pronta y verdadera.
Pero este proceso fue lento y no dio los resultados esperados, es por ello que en 1499 se cambia de estrategia, misión que se encomienda al Cardenal Cisneros, nuevo confesor real.
Se les insta a convertirse y a cambio se les ofrecen donaciones, como tierras y privilegios; además se les obliga a cambiar en su forma de vestir. Hay algunos que se convierten, y estos convertidos con su ejemplo, animan a otros a convertirse y a seguir el camino de la fe cristiana.

A los que deciden no convertirse se les presiona en gran manera, y es que como se verá posteriormente esta estrategia tampoco dio sus frutos. Los mudéjares seguían siendo un problema y un peligro para la cohesión y la política nacional.
Así pues en el año 1502, 10 años después de la toma de Granada, Isabel y Fernando firman un decreto real por el cual se obliga a los musulmanes o bien a abrazar la fe cristiana, o bien abandonar definitivamente el Reino de Castilla y de Aragón. Con ello se perseguía el sueño tanto tiempo anhelado por la Reina, que España fuese por entera cristiana, igual que lo era en al año 711.


PERSONALIDAD DE ISABEL.

Libros y cultura:

Isabel de Castilla fue una mujer tremendamente interesada por la cultura y por el saber. Tuvo una gran colección de libros en su biblioteca particular, en ella destacaban libros de rezo y de contenido religioso, como “El jardín de jóvenes doncellas”, o el “Tratado de perfección”, homilía de Fray Hernando de Talavera de un domingo cualquiera, cuando era prior  del monasterio de Ntra Sra de Prado de Valladolid, y que Isabel quiso que se recogiese por escrito debido a su extraordinaria fama.

Tuvo un gran interés personal por conocer la historia de España, la cual decía era “maestra de políticos y Reyes”. Fray Hernando traducirá al latín, por ejemplo, la victoria de Alfonso XI sobre los benimerines en 1340 en la batalla del Salado, añadiendo sentencias de las Sagradas Escrituras para celebra dicha victoria.
Fue una mujer por tanto de una gran cultura humanista, con un extraordinario gusto e interés por la música, el arte y la ciencia.

Personalidades a su alrededor:

Se rodeo de un fantástico grupo de personas que destacaron en la época por su saber, por su altura de miras y por su gran personalidad, con una moral excepcional, como fueron:
El ya citado y confesor real Fray Hernando de Talavera, luego lo sería Francisco Jiménez de Cisneros; Lucio Marineo Sículo y Pedro Mártir de Anglería, humanistas italianos de una gran formación; Beatriz Galindo, llamada “la latina”, tutora de sus hijos con unos grandes conocimientos en latín y en gramática castellana; Teresa Enríquez, la apodada “la loca del sacramento” por su gran devoción a la Eucaristía; Beatriz de Silva, dama de su corte y una gran amiga de Isabel en un primer momento y que luego ésta, siendo ya Reina, le ayudaría a fundar la orden de las concepcionistas franciscanas. Posteriormente fue proclamada Santa.         

Además llevó a cabo una profunda reforma en la Iglesia española, tanto en obispados como en conventos y monasterios.   
                                          
Sus hijos y su educación:
Tuvo especial atención siendo ya Reina por la vida intelectual, cortesana y espiritual de sus hijos, busco a los mejores confesores para ellos, y les formó con los mejores maestros de entonces:

.-Para el príncipe Juan, “el niño de sus ojos”, escogió a Diego de Deza, dominico  y obispo de Sevilla, personaje de gran valía que fue maestro de Teología en la universidad de Salamanca, capellán y confesor real, canciller y reformador de la Iglesia.

.-Para su hija Isabel, su preferida y de una gran belleza, eligió a Pedro de Ampudia.

.-Para Juana, con una gran parecido a su abuela paterna, doña Juana Enriquez, lo que hizo que cariñosamente Isabel llamara a su hija "mi suegra” y para María, la más parecida a su madre en su vida interior,  el dominico fray Andrés de Miranda con el que aprendieron latín.

.- Y Para Catalina, la menor de todas, la preferida de su padre y con más parecido físico a su abuela Catalina de Lancaster, se eligió a A. Giraldino, con el que se educó, entre Alcalá, Valladolid y Granada. Estudiando lenguas, como el castellano, el catalán, el francés, el inglés o el latín. Aprendió danza y música.

Sus actos como hija y como madre:

Como hija:

Admira, respeta y ama con profunda devoción a su madre Isabel de Barcelos, sufrió mucho cuando fue separada de ella de niña para ser llevada a la corte de su hermano Enrique IV. Siempre que pudo la visitó en Arévalo. En 1496,  falleció su madre, Isabel se encontraba en Laredo despidiendo a su hija Juana, no pudo por tanto estar con ella en los últimos momentos de su vida, no obstante después organizó sus exequias fúnebres, además de mandar realizar un sepulcro para sus padres y su hermano Alfonso, en la cartuja de Miraflores de Burgos.

Como madre:

Siempre quiso tener a sus hijos muy cerca de ella, seguramente el hecho antes mencionado de la separación de su madre siendo niña, hizo que Isabel procurase estar siempre rodeada de ellos. Y es que les llevaba con ella por toda España.

Sufrió mucho la muerte del príncipe Juan (4-X-1497) y de la primogénita Isabel (23-VIII-1498); y es que los prematuros fallecimientos de sus hijos en plena juventud fueron para ella una derrota enorme. A partir de entonces la Reina quizás ya no fue la misma en su ánimo, aunque siempre se apoyó en Cristo y lo aceptó a pesar del dolor inmenso de madre. Y es que con la muerte de Juan, según ella, desapareció el futuro de Castilla y de Aragón. Y con Isabel la última esperanza, fue su predilecta con la que estuvo íntimamente unida, murió de sobreparto al dar a luz a Miguel de la Paz, la última ilusión de Isabel para Castilla y los reinos peninsulares.

Con Juana tuvo una relación agridulce y tormentosa, fue el último sufrimiento de Isabel en vida. Como dijimos anteriormente, acompañó a Juana a Laredo para despedirla antes del matrimonio con Felipe el hermoso, estuvo dos días enteros con ella en el mismo barco antes de partir. Tras la muerte de Juan e Isabel y el niño Miguel, fue la heredera de Castilla. Pero es que la Reina ya vislumbró que Juana no tenía interés alguno por la política. Finalmente chocaron e Isabel, fruto del amor por su hija, cede ante muchas de sus pretensiones.

Con María y Catalina la relación aparentemente fue menor, seguramente por ser las dos hijas menores y por los escasos registros documentales que se tienen, no obstante no se duda del amor hacia a ellas como lo tuvo hacia sus otros hijos; aún así se tiene constancia por ejemplo de una carta de su hija Catalina fechada el mismo día del fallecimiento de Isabel, el 26 de Noviembre de 1504, donde le exponía a su madre que por tres veces le había escrito para saber de su salud y que nunca obtuvo respuesta, ni ya la tendría jamás.

“Muy alta y estimada Señora, tres cartas le envié para conocer la salud de su Señoría y nada se… escríbame presto pues todo mi bien sois Vos y mi padre el Rey”

Sus confesores y tres cartas con Fray Hernado de Talavera:

El primero, seguramente el más influyente y con el que mantuvo una estrecha relación, fue fray Hernando de Talavera. Él supo influir con su fuerte predicamento sobre la conciencia de Isabel. Es de suponer que dada la estrecha  relación entre ambos, se mandasen correspondencia frecuentemente. Se han conservado 3 cartas que se  intercambiaron entre ellos hacia 1493, durante la estancia de los Reyes en Barcelona.
En ellas le comenta que le tiene en muy alta estima y confianza pero que por motivos del Reino y falta de tiempo no le ha podido escribir antes.

No obstante le escribe por el atentado que sufrió el Rey Fernando en Barcelona a finales de 1492, y en esa carta le expresa que piensa en la muerte y que debido a ella y no sabiendo cuando le tocará partir de este mundo se sincera con su confesor apremiándole a saldar sus deudas económicas, y que le ayude a ello pues no sabe cómo hacerlo
Fray Hernando le responde en otra misiva conminándola a que sea recatada en el comportamiento cortesano, que no baile, que reduzca el gasto en cosas innecesarias, como fiestas y vestuarios lujosos, pero que si son necesarias para el bien de Castilla se hagan.

Isabel en su respuesta le dice que así lo hace y que si debe evitarlas le explique cómo hacerlo, también le comenta que ella no es dada a las corridas de toros pues no le gustan, pero que lo respeta.
Su confesor le vuelve a indicar que se recatada y liviana, preguntándole finalmente por el tema de las Indias recién descubiertas.
El siguiente confesor de la Reina, tras el nombramiento de  Fray Hernando de Talavera como Obispo de Granada, fue el Cardenal Cisneros.

TESTAMENTO y CODICILO:

Isabel de Castilla redacta y firma su testamento, curiosamente en el 12º aniversario del descubrimiento de América, el 12 de octubre de 1504 en Medina del Campo, pues ella intuye su final. Quiere poner en orden sus asuntos y su conciencia; aún así después de firmarlo tiene todavía la suficiente lucidez mental y moral para redactar un anexo, el famoso codicilo, 3 días antes de su fallecimiento, el 23 de noviembre de 1504. Fue escrito por Gaspar de Gricio.

12-Octubre-1504: Testamento.

Comienza en el nombre de la Santísima Trinidad: Dios Padre, Dios Hijo a quien se encomienda (“Y primero encomiendo mi espíritu en las manos de nuestro señor Jesucristo…”) y Dios Espíritu Santo y la Santísima Virgen María:

(“En el nombre de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas y una esencia divina, Creador y Gobernador universal del Cielo y de la Tierra [...] y de la gloriosa Virgen María, su madre, Reina de los Cielos y Señora de los Ángeles, nuestra señora y abogada…”)

Para después encomendarse a todas sus devociones:
San Pedro y San Pablo;
Sta Mª Magdalena: (“ a quien asimismo yo tengo por mi abogada; porque si es cierto que hemos de morir, es incierto cuando y donde moriremos, por ello debemos vivir y estar preparados como si en cualquier momento hubiésemos de morir.”);
Los Santos Arcángeles: San Miguel y San Gabriel;
San Juan Evangelista, (su abogado y protector del cual tomó el águila para el escudo real de Castilla y Aragón);
Santiago: patrón del Reino de las Españas;
San Jerónimo, Santo Domingo y San Francisco de Asís, patrón de los pobres. Ya que Isabel estuvo muy cerca de esta orden, pues también expresa en esta su última voluntad ser enterrada con hábito franciscano en un convento franciscano, a ser posible en el de Granada, sino en el de Toledo, o en el de Segovia y sino en cualquier otro del reino.

Solo cambiaría esta su voluntad, si su marido y Rey decide otro lugar donde enterrarse, porque por encima de cualquier consideración prefiere estar enterrada junto a Fernando, para tener el mismo ayuntamiento en la otra vida igual que tuvieron en ésta.
Dejó dicho que se la enterrase en una tumba baja, al nivel del suelo, que no se gastase dinero innecesario en sus exequias, y que ese dinero se repartiese entre los pobres y los curas de parroquias pobres del Reino. Dejó dicho también, que se oficiasen 20.000 misas por su alma en Iglesias y Monasterios después de saldadas sus deudas.

También fue su voluntad distribuir un millón de maravedís para el casamiento de mujeres jóvenes que no pudieran pagar su dote y para aquellas que quisiesen entrar en la vida religiosa para servir a Dios.

Mandó que se vistiese a 200 pobres para que fueran especiales rogadores por su alma; y que fuesen redimidos 200 cautivos necesitados que estuviesen en manos de infieles.

Dejó escrito dar limosna para la Catedral de Toledo y el monasterio de Guadalupe, por el que tenía especial devoción. Da dinero para monasterios y hospitales para pobres.
Pide terminar la Capilla Real, así como que su hija Isabel y su hijo Miguel fuesen enterrados en ella.

Reparte sus bienes entre familiares y amigos. A su nieto Fernando 2 millones de maravedíes. También concede a sus amigos: 
A los marqueses de Moya (Andrés de Cabrera y Beatriz de Bobadilla… por la lealtad con que nos sirvieron para recobrar y acceder a la corona y, por los grandes servicios que me han hecho los encomiendo al rey, mi señor, y a la princesa, mi muy querida y muy amada hija). 
A Gonzalo Chacón “su padre”, a Garcilaso de la Vega, a Fonseca a Juan de Velázquez…
Dentro del apartado político del testamento destaca como ella misma se titula Reina 
“…además sepan cuantos esta carta de testamento vieren como yo doña Isabel, por la gracia de Dios, reina de[...] Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada…”.

Habla del patrimonio real o regio y del servicio que el estrecho de Gibraltar hace al reino, además ordena que no ocupen cargos en el servicio del reino ni civiles ni eclesiásticos extranjeros:

 (“ordeno y mando que de aquí adelante no se conceda ni alcaldías, ni tenencias, castillos, fortalezas, ni jurisdicciones, oficios de justicia, ni oficios de ciudades ni de villas, ni oficios de hacienda, los de la casacortea persona alguna o personas que no sean naturales de estos reinos; y que los oficiales ante los que los naturales de estas tierras tengan que presentarse por cualquier asunto relacionado con estas tierras sean habitantes de estos territorios”)

Nombra sucesora su hija Juana:

(“establezco e instituyo heredera universal de todos mis reinos, tierras y señoríos y de todos mis bienes a la ilustrísima princesa doña Juana, archiduquesa de Austria, duquesa de Borgoña, mi querida y muy amada hija primogénita, heredera y sucesora legítima de mis reinos, tierras y señoríos y, que a mi muerte se intitule reina”),

Pero si ésta no fuera capaz de gestionar el reino, lo fuese su esposo y marido el Rey don Fernando su señor, gobernador del reino:

(“ordeno y mando que cada vez que la dicha princesa, mi hija, no esté en mis reinos [...] o estando no quisiera o no pudiera ocuparse del gobierno de los reinos [...] en dichos casos el rey, mi señor, administre, rija y gobierne los mis mencionados reinos y, que tenga la administración y gobierno por la dicha Princesa, hasta que el infante Carlos, mi nieto, hijo primogénito y heredero de los dichos príncipe y princesa, haya cumplido veinte años. Y suplico al rey, mi señor, quiera aceptar el encargo de gobernar y regir mis reinos y señoríos como yo espero que lo hará”)

23 de Noviembre de 1504: Codicilo.

Fundamentalmente la Reina de nuevo, ante situaciones con las que no estaba del todo a gusto en el testamento o que no incluyó en un primer momento, y creyendo que son de vital importancia, de hecho lo eran; decide tres días antes de su fallecimiento en Medina del Campo, con un clarividencia absoluta redactarlas por medio de Gaspar de Gricio, su secretario.

Respecto a la reforma que llevó a cabo en la Iglesia, se refiere a cuestiones de Obispados y Monasterios:
(“por quanto en el reformar de los monasterios d’estos mis regnos, así de religiosos como de religiosas, algunos de los reformadores exçeden los poderes que para ello tienen, de que se siguen muchos escándalos e dannos e peligros de sus ánimas e consçiençias, por ende mando que se vean los poderes que cada uno d’ellos tiene e toviere de aquí adelante para fazer las dichas reformaçiones, e conforme a ellos se les de favor e ayuda, e no en más.”)

También hace referencia a que se haga un control justo y riguroso de los recursos del reino, que se recojan las leyes del reino para su buen funcionamiento y que se tengan en cuentan las fronteras con Navarra.

Pide que se digan 20.000 misas de réquiem por “las ánimas de todos aquellos que son muertos en mi serviçio, las quales se digan en iglesias e monasterios observantes, onde a mis testamentarios paresçiere que más devotamente se dirán, e den para ello la limosna que bien visto les fuere”.

Y sobre todo el punto esencial donde da toda una lección moral y cristiana sobre cómo debían comportarse los que manejasen el gobierno de América. Es sin ningún género de dudas precursora de los derechos humanos, dejó por escrito que a todos los ciudadanos de aquellas tierras, que son igual de castellanos que los de aquí, se les respete, no se les haga agravio alguno y se les instruya en la fe de Cristo, y que sean bien tratados como cualquier otro súbdito de la corona. Asigna el hecho del descubrimiento al reino de Castilla:

(“por quanto al tiempo que nos fueron conçedidas por la sancta Sede Apostólica las Yslas e Tierra Firme del Mar Oçéano, descubiertas e por descubrir, nuestra prinçipal yntençión fue […], de procurar de ynduzir e traer los pueblos d’ellas e les convertir a nuestra sancta fe cathólica, e enviar a las dichas Islas e Tierra Firme prelados e religiosos e clérigos e otras personas doctas e temerosas de Dios, para ynstruir los vezinos e moradores d’ellas en la fe cathólica, e les ensennar e doctrinar buenas costumbres, e poner en ello la diligençia devida, segund más largamente en las letras de la dicha conçessión se contiene, por ende suplico al rey mi sennor muy afectuosamente, e encargo e mando a la dicha prinçesa, mi hija, e al dicho prínçipe, su marido, que así lo hagan e cunplan, e que este sea su prinçipal fin, e que en ello pongan mucho diligençia, e no consientan nin den lugar que los yndios, vezinos e moradores de las dichas Yndias e Tierra Firme, ganadas e por ganar, reçiban agravio alguno en sus personas ni bienes, más manden que sean bien e justamente tratados, e si algund agravio han reçebido lo remedien e provean por manera que no se exçeda en cosa alguna lo que por las letras apostólicas de la dicha conçessión nos es iniungido e mandado…”)

Hace alguna consideración más diciendo que se luche contra los infieles para que prevalezca la fe cristiana. Deja dicho ante quien lo firma, poniendo fecha y lugar, rubricándolo con su firma: “Yo la Reina”

(“E digo e declaro que esta es mi voluntad, la qual quiero que vala por codiçillo, e si no valiere por codiçillo quiero que vala por qualquier mi última voluntad, o como mejor pueda e deva valer. E por que esto sea firme e no venga em dubda, otorgué esta cartade codiçillo ante Gaspar de Grizio, mi secretario, e los testigos que lo sobreescrivieron e sellaron con sus sellos; que fue otorgada en la villa de Medina del Canpo, a veynte e tres días del mes de novienbre ano del nasçimiento del Nuestro Salvador Ihesu Christo de mill e quinientos e quatro annos, e lo firmé de mi nombre ante los dichos testigos e lo mandé sellar con mi sello.
Yo la Reyna”).
Isabel la Católica falleció el 26 de Noviembre de 1504, a la hora del ángelus, en la Villa de Medina del Campo, en su alcoba del palacio real, hoy conocido como testamentario. Tras el funeral, partió el cortejo fúnebre hasta la ciudad de Granada, hecho que ocurrió el 18 de diciembre, tras 22 días viaje con unas condiciones climáticas adversas. Y desde entonces allí descansan sus restos.
Murió una mujer Reina.

                                      Valladolid, 15 de Octubre de 2018.